Aún No Estoy Listo ~ Nammin

5.

-Y la miró por última vez para siempre jamás con los ojos más luminosos, más tristes y más agradecidos que ella no le vio nunca en medio siglo de vida en común, y alcanzó a decirle con el último aliento: —Sólo Dios sabe cuánto te quise....

Jimin dejó la lectura en el aire cuando sintió a Namjoon removerse en su regazo, acaricio sus cabellos sintiendo aquella suavidad que el baño mañanero le brindaba. Aquel día había sido un día bueno a comparación de los últimos donde los síntomas del moreno avanzaban agresivamente.

Había pasado un mes del diagnóstico y tal como predijo el médico poco a poco las cosas se le dificultarían a Namjoon, empezando a sentir con más frecuencia sus extremidades entumecidas y el habla antes tan fluida ahora era entrecortada. A veces las palabras más comunes se escapaban de su mente para no llegar a su boca, dejándolo en el aire en medio de una conversación pero siempre ahí estaba Jimin reconfortándolo con suaves caricias o susurrando las palabras que creía perdida.

-¿Te sientes bien, cariño?

-S-sigue... -susurró el moreno acomodando mejor su cabeza en el regazo del contrario cuando una punzada atravesó su frente

Jimin dejó una suave caricia y prosiguió con la lectura de aquel viejo libro que Namjoon , "El amor en los tiempos de cólera", guardaba celosamente en su biblioteca personal. En los días buenos las horas se pasaban pacíficas, si el tiempo era malo como el de ahora se sentaban en el sofá a recordar pero tiempo después cuando el moreno se sintió avergonzado de las veces que quedaba colgado incentivo al menor a llenar sus silencios con su voz.

"No tengas miedo , cariño... es solo un paso a la vez, debemos entender que las cosas se podrán complicar pero no conozco amarguras que no se hayan superado con amor"

Entre medio de besos dulces Jimin le había repetido esas palabras cuando hace unos días sintió el mundo caer cuando no pudo entablar una conversación con Yoongi, porque las palabras parecían no conectarse en su mente. Pero se sintió reconfortado porque aquella dulce persona no lo había abandonado ni en sus peores crisis.

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-Entonces irán a Ilsan– Preguntó Yoongi mientras revolvía su café que por la charla había empezado a enfriarse -¿Ella lo sabe, Jimin?

El nombrado desvió la vista desde el sillón donde dormía Namjoon y negó suavemente a la incógnita del mayor.

-No se lo dijeron... ¿por qué?

-Así lo decidió Namjoon , este último mes buscamos hasta debajo de las piedras una cura... fuimos a todos los especialistas habidos y por haber pero nada resulto, poco a poco destruyeron nuestras esperanzas, como darle una noticia así a su madre aun cuando nosotros nos sentimos a la deriva – dijo el menor secando unas lágrimas furtivas- Yoongi, yo nunca le desearía esto a nadie, ver al amor de tu vida deteriorándose día a día causa una sensación de pánico que quema...como podría negarle algo, trate de oponerme a aquello pero como hacerlo cuando todos los días parecen ser el último.

Yoongi agacho la cabeza ante la magnitud de aquellas palabras y con tristeza negó cuando una idea se formuló en su cabeza. "Jiminnie, claro que yo no pase lo mismo que tú pero si alguna vez en mi vida tuve aquel sentimiento de pérdida que es como si arrancaran el alma de tu cuerpo... al fin al cabo como lo sabrías si sentí aquello cuando te casaste con Namjoon". Aquellos pensamientos fueron interrumpidos cuando se escucharon unos jadeos que a poco se convirtieron en pequeños lamentos de dolor.

-Namjoon – susurro Jimin mientras se apresuraba donde su pareja

No tuvo tiempo de procesar la escena que tenía frente a él, de un Jimin que sujetaba la cabeza del moreno tratando de calmarlo cuando este parecía casi delirar del dolor que se producía en ella , Yoongi se quedó helado sintiendo la impotencia paralizar sus manos y piernas hasta que una orden lo espabilo.

-¡Yoongi! Trae las pastillas que están sobre la mesa ¡Yoongi porfavor!...Namjoon, quédate conmigo mi cielo, ya pronto todo pasara – Más que una orden aquello era la súplica de una persona que sufría por otra.

Cuando el dolor había menguado gracias a la medicina y la cabeza de Namjoon se encontraba sobre el regazo de su esposo quien le proporcionaba leve caricias tratando de mantener la calma ante esos episodios que cada vez se volvían más recurrentes y les daba a entender que el tiempo era algo que parecía no estar a su favor.

-¿Cuándo irán a Ilsan, Jimin?- susurró Yoongi quien se encontraba sentado sobre la alfombra aun tratando de procesar lo que hace minutos había ocurrido.

-Pasado mañana, ya llamé a los padres de Namjoon, ellos nos estarán esperando en la estación

-¿No les diste algún indicio de lo que está pasando?... creo que sería bueno que los prepararas de alguna forma

Jimin apresó su labio inferior entre sus dientes en un acto de nerviosismo y bajo la mirada hacia el semblante dormido del moreno.

-No es como si desconocieran sobre la enfermedad, el glioblastoma ha sido el causante de muchas pérdidas en la familia Kim, uno de esas muertes fue la abuela materna de Namjoon ... es por eso que es tan difícil reabrir una herida que parecía ya sanada.

El silencio volvió a reinar en la sala que a poco se llenaba de penumbras a causa de un atardecer prematuro en la época de invierno, Jimin siguió la mirada de Yoongi que lo llevo a un cuadro de ellos tres en el Islan Lake Park cuando apenas eran unos adolescente y nunca creyeron que sus historias se enredarían tanto hasta llegar a este inevitable final.

-Éramos un trío de raros ¿verdad?... – dijo Yoongi mientras recordaba el trasfondo de aquella fotografía – en especial tú Jiminnie... quien creería que con tu estatura y aquella aura de ternura que aun desprendes golpearas tan fuerte, lo cierto es que tus golpes no eran ningún chiste.

-Y tú pandilla tampoco hyung, en verdad que eran unos idiotas ... molestar al pobre de Namjoon cuando él no podía ni dañar a un pequeño cangrejo, pero por suerte te diste cuenta y te pasaste al bando de los buenos.

Comento Jimin mientras dejaba escapar pequeñas risas, la mirada de Yoongi ahora se encontraba sobre él y sus ojos se iluminaban a recordar a un Jimin que con una valentía inesperada le hizo frente y con eso no solo se ganó su respeto sino también se llevó su corazón.

El menor aun acariciaba los cabellos de su esposo mientras se perdía en el deleite de observar aquel rostro que no había cambiado casi nada, era inevitable no recordar en como inmiscuirse en una pelea le había dado la suerte de encontrar a quien sería el amor de su vida y aunque no salió ileso de aquello, lo volvería hacer en todas las vidas que fueran necesarias si es que eso le llevaba a conocer a Namjoon.

-Creo que Ilsan guarda mucho de nuestros recuerdos – rompió el silencio Yoongi mientras apartaba la mirada de la pareja para evitar así seguir lastimándose más con algo que no sucedería – desearía que mis ojos pudieran tomar fotografías para así cada vez que la soledad venga a mí poder hojear algún álbum imaginario en mi mente y nunca olvidar los buenos momentos al igual que los malos ya que ellos no hacen las personas que somos.

Jimin sonrió entrecerrando sus ojos en una imagen llena de sinceridad – Gracias Yoongi – aquellas palabras hicieron que el aludido volviera a ver aquella persona que tanto suspiros arrancaba de sus maltratados labios – Gracias por seguir aquí, por ser parte de esta pequeña familia y sé que si alguna debo vivir a base de recuerdos, tú también serás uno preciado.... Gracias por confortarnos y acompañarnos en estos momentos, eres como un hermano para Namjoon y para mí.

Aunque esas palabras se clavaban dolorosas en su corazón; una sonrisa se dibujó en su rostro y tomó la pequeña mano que Jimin le extendía.

-Gracias a ti Jimin por no rendirte, por amar Namjoon con todo el corazón – su sonrisa tembló y aunque sus ojos se llenaron de lágrimas no las dejo escapar – Gracias por ser... por ser parte de mi vida y hacerme parte de la tuya.