— es tierno, ¿verdad jisung? —jaemin abrazaba a ese peluche extraño.— no lo es jaemin, es feo —arrugó la nariz mientras que su novio hacía un tierno puchero. jisung se sintió cálido.
ojalá estés conmigo siempre
— qué aburrido eres —golpeó su brazo en modo de broma. jisung se echó a reír y abrazó a su novio.
jaemin no le correspondió el abrazo, aunque él sabía que lo hacía para molestar.
— no te enojes.
— mmh, déjame pensarlo —colocó su mano en su barbilla mirando hacia otro lado.
— bebé, no te enojes.
sus mejillas se tornaron rojas, colocó su mirada en jisung y le dio un besito.
me encantan tus luceros jaemin, ¿te lo había dicho?
— te amo, jisung —entrelazó sus manos.
por favor, vuelve
y susúrrame consecutivamente
que me amas— te amo más, jaemin —y así, comenzó una sesión de besos.
jisung quería quedarse con jaemin
jaemin quería permanecer con jisung
ambos se amaban
pero el destino dio vuelta las cosas.— no me dejes nunca, por favor —susurró jaemin escondiéndose en el cuello del más alto.
él no sabía que iban a ser al revés las cosas.
— nunca lo haré, lo prometo —comenzó a juguetear con las hebras rosadas de su novio.
;
jisung despertó llorando, y respirando irregularmente. cuando se dio cuenta en el estado en el que se encontraba, se hundió más en su cama, la atmósfera era tensa.
— nunca lo superarás, ¿cierto? —murmuró para sí mismo. sintiéndose perdido y exhausto. pero tenía razón, él y su corazón pertenecían, pertenecen y pertenecerán al chico de pestañas largas y sonrisa brillante.
agarró su pequeño diario, más bien, diario para jaemin y deslizó el lápiz.
querido jaemin;
esto es tonto,
soñé contigo
se sintió tan real
de verdad, no sé
el porqué, pero
te siento tan cerca
es ridículo, lo sé.
el cielo me recuerda a ti
¿te acuerdas cuando te
quejabas de que acariciaba
tu espalda? solamente era
para descubrir tus alas,
pequeño ángel, espero
verte hoy a la noche
hay niebla hoy
refléjate en ella al menos
un segundo, por favor.