Pesadilla

Abrió los ojos de golpe y el sudor bajaba como si hubiese estado corriendo.

Definitivamente ése fue el peor sueño que pudo tener o al menos eso deseaba que fuera, pero lo sentía tan real que las manos de Giyuu no paraban de temblar.

Reconoció un pequeño susurro a su lado y de inmediato lo apresó con ambos brazos.

— ¡¿Tomioka-sensei, qué ocurrió?! ¿Se siente bien? — Ante tan repentino movimiento, Tanjiro notó la extraña actitud; ver a su profesor de educación física con la respiración afligida, que abrazara su cintura apenas despertara, resultaba ser algo nuevo y a la vez, un tanto vergonzoso.

Aun así, como si hubiese tomado una especie de ducha, la sorpresa se fue y la preocupación lo embargó. Ver a Giyuu tan alterado no era normal. Lo sabía bien, su olor lo delataba, tuvo una pesadilla.

No tardo en envolverlo en un abrazo, sacando provecho que éste había situado su cabeza en su pecho comenzó a acariciar con lentitud su cabello intentando relajarlo, al menos funcionaba con sus hermanos, esperaba tener el mismo resultado con alguien mucho mayor.

Aunque no estaba muy seguro cómo termino todo así, él solo fue a darle un aviso.

— Lo--

—No hace falta hablar. — Cortó, sabía bien que se disculparía. No quería alterarlo, por el contrario, si podía ser de utilidad, si podía quitar esa pequeña carga que en ese momento Tomioka sentía, entonces estaba bien, estaba bien quedarse a su lado todo el tiempo que fuera necesario.

Giyuu simplemente se dejó hacer, ¿qué clase de sueño fue ese? Estaban en una pelea con uniformes extraños, incluso aún podía sentir ese olor a sangre inundar su nariz y el desprecio hacía la persona contra quien peleaban seguía latente.

Podría ser una pesadilla cualquiera, lo sería, si no fuera porque vio a Tanjiro morir y no pudo hacer nada para detenerlo. Se sentía un inútil. No quería volver a perder alguien importante en su vida, no quería perder a Tanjiro. Lo cual lo descolocaba, ¿Por qué esa repentina preocupación? ¿Y por qué tuvo que ser Kamado Tanjiro el que estaba ahí?

Solo fue un estúpido sueño, un estúpido sueño que sintió tan real que, el miedo se negaba a irse y dejarlo en paz, retomar la vida que llevaba actualmente.

'¿Actualmente?' Pensó. Más que un sueño, lo sintió como si ya lo hubiese vivido. En ese momento, recordó a Kocho hablar sobre los sueños y la conexión con las vidas pasadas, en aquel entonces, no lo tomó como más que una estupidez de colegialas, pero ahora, por un instante lo creyó y se sintió mal.

Cerró los ojos con cierto temor aferrándose cuánto pudiera a su alumno, poco le importaba que entrara otra persona y malinterpretara la situación completamente, le sensación de perderlo era fuerte y temía que al abrir los ojos, aquel horroroso sueño, fuera verdad.

—Tomioka-sensei. — Habló con tono apacible, intentando mantener a raya la preocupación. — Lo que sea que haya soñado, solo fue eso. No es ni será real.

—... enamorarme de ti una vez más...

Resonó en su mente. Como le gustaría que así fuera, que no fuera más que una mentira, pero una parte de él gritaba que no era tan sencillo como el menor lo planteaba y eso, le disgustaba, por lo que ocurrió y sintió.

Una vez más ese terrible escenario se repetía en su cabeza. Kamado sintió la fuerza del agarre aumentaba, así como su propia preocupación por su profesor.

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Lo único que pudo hacer fue recibir el cuerpo de Tanjiro en sus brazos, no podía moverse, no podía hablar y las lágrimas se volvían más y más tentadoras. No lloraba desde la muerte de su mejor amigo, Sabito, pero incluso en ese momento el sentimiento era distinto.