Prólogo.

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Y entonces comenzó a suspirar. Porque simplemente sintió que su vida no habría tenido ningún sentido si no se trataba de él. Y específicamente de él. Estaba roto, juró que podrían vivir bien, que nada pasaría, que no era solamente una jugarreta, si no que eran sentimientos verdaderos. Que aquel chico que conoció era el amor de su vida y que no se alejarían.

— Me mentiste... ¡Y por eso te odio!— Entonces tomó la botella vacía y la arrojó a la pared, quebrándola y ensuciando el piso con vidrios. Tomó otra y la lanzó también. Sumido en el llanto, agarró sus cabellos desesperadamente y los jaló, entrando en pánico.

— ¡Te odio, te odio, te odio, maldito hijo de puta!...

...Ojalá nunca te hubiese regalado mi virginidad, ¡imbécil!—

Sex-ber (🔞) Stray Kids Donde viven las historias. Descúbrelo ahora