Y ahí estaba ella, con su cabello morado cayendole sobre su cara por lo húmedo que estaba.
Debajo de la lluvia, esperando en la parada del autobús.
Y ahí estaba yo, a diez pasos de distancia de la de ella, con una sombrilla negra. Estaba tan estúpida observandola que no me había percatado que un carro venia a una gran velocidad haciendo que un charco me empapara de agua.
Estaba tan absoluta observando mi ropa que no me había percatado del sonido de su voz.
-Hey, ¿Estas bien? -. Era ella, por primera vez estaba hablando, y conmigo...
-Si, solo... Me moje, es todo. -. Decidí regalarle una sonrisa.
-0-0-0-0-0-0-0-
Y ahí estaba ella, debajo de la lluvia, no le importaba si se enfermaba o no.
Su cabello color morado le caía sobre su frente con pequeñas gotas de agua.
La observaba de una distancia cercana mientras ella jugaba con su mejor amiga pasando debajo de un chorro de agua o mientras saltaba sobre charcos de agua.
Se veía una niña chiquita de aproximadamente 7 años, se veía tan niña apenas con sus catorce años... Y, en ese momento supe que me gustaba más de lo que pensaba, mientras la veía allí divertirse fuera del colegio, y yo, con su maleta en mi espalda, que pesaba más de lo que podía creer.
