Capitulo 2

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Al terminar de limpiar me dispuse a trabajar, llevar pedidos de aquí y allá. Suena la campanilla de la puerta indicando que hay nuevos clientes que atender, dejo el pedido que llevo en las manos, en la mesa donde corresponde.

Me volteo para atender al siguiente cliente que acaba de entrar al local, son tres chicos, uno rubio de tez blanca y ojos verdes, el otro pelinegro de tez oscura y ojos grises, por lo que se ve tiene tatuajes en los brazos, el último en entrar es un chico con el cabello ¿Blanco?....pues sí, tiene el cabello blanco, tez blanca y ojos negros, con una barba de aproximadamente 3 días, ¡Por Dios que violables son! Se sientan al final de la cafetería, sin decir nada ni mirar a nada. Que serios.

Suspiro mientras me dirijo hacia ellos para atender su pedido, solo espero no hacer una ridiculez en frente de ellos.

-Bienvenidos a Coffe Prince, ¿Que desean ordenar?- les digo con una sonrisa amable.

-Yo quiero un mokaccino-dice el peliblanco sin levantar la mirada del móvil. Escribo el pedido en la pequeña libreta que tengo en mi mano con el lapicero.

-Yo un espresso-dice en pelinegro con una sonrisa.

-Y yo solo unas donas de chocolate-dice el rubio guiñándome un ojo, ruedo los ojos ante su acto y anoto lo que el negro y el rubio pidieron junto al peliblanco.

-Ya les traigo su pedido-digo mientras me doy media vuelta sin mirar a nadie.

Llego al mostrador y lo rodeo para preparar los cafés, al tenerlos listos los pongo en una pequeña bandeja y me dirijo a la mesa donde se encuentran los tres chicos, que están hablando de algo importante porque los tres están serios, hasta el pelinegro que era el que más se veía amable de los tres, aunque el rubio también se veía amigable, él tenía más pinta de idiota.

Al instante en el que me ven llegar dejan de hablar de lo que sea que estuvieran hablando, sin tomarle tanta importancia les dejo el pedido allí y me dirijo al siguiente cliente.

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Ya ha pasado una hora desde que atendí a los chicos, aun no se han ido, pero se ven que están hablando de algo serio porque desde hace rato los he estado observando y hacen señas como si estuvieran discutiendo entre ellos, pero en voz baja, dejo de observarlos porque a)No quiero parecer una acosadora y b) porque llego un nuevo cliente, un señor como de unos cuarenta a cincuenta años.

Dejo que se ubique en alguna mesa mientras busco mi libreta y mi lápiz para anotar lo que sea que valla a pedir.

Me doy la vuelta para ver hacia donde se dirigió el señor y me sorprendo al encontrarlo en la mesa de los tres chicos, los cuatro de pie, me sorprendo más al ver el trasero del pelinegro, disimuladamente me veo mis pompis y aunque sé que tengo más o menos, me siento tabla, literal. Provocan tocar esas pompis y apretujarlas hasta dejarlas rojitas.

Salgo de mis pensamientos cuando escucho un grito de parte de uno de los chicos, el peliblanco, mientras que los otros dos lo tienen agarrado y el señor tiene una sonrisa de burla en la cara. El peliblanco esta rojo de la furia y grita palabras en otro idioma que adivinen.....no entiendo.

-Я знаю, что вы похитили Алису, и я также знаю, что вы хотите ее смерти-le dice el peliblanco al vejete.

El señor viejo solo ríe como si lo que sea que dijera el chico fuera lo más gracioso del mundo, para después ponerse serio y decir unas palabra en el mismo idioma...creo.

-Вы не правы, мальчик, если я хотел ее смерти, это уже было сделано, и это именно то, чего я не хочу-le dice mientras le entrega un sobre, le llega a decir algo en voz baja imposible de escuchar desde donde estoy y se retira con una sonrisa triunfante, sin mirar a nadie.

Miro al ojinegro y lo encuentro más rojo de la rabia mientras lee el sobre que el vejete le entrego hace un momento, antes de salir deja sobre la mesa unos billetes y se retira con los otros dos chicos siguiéndole los pasos.

-Que loco ¿No?-me pregunta Adam sobresaltándome porque no sabía que estaba a mi lado hasta ese momento.

-Sí, esos chicos son raros-digo mirando todavía hacia la puerta por donde se fueron los chicos-¿no te da curiosidad saber de lo que sea que estuvieran hablando? Tiene que ser algo grave por la manera en que se expresaban.

-Puede-dice Adam encogiéndose de hombre y dando media vuelta para atender otros clientes.

Camino hacia la mesa en donde estaban los chicos para recoger el dinero que dejaron, abro los ojos al darme cuenta que dejaron un billete de cien dólares, cuando su cuenta no llega ni a quince dólares.

Le paso el billete a Marie para que lo guarde en la caja registradora, frunzo el ceño al notar que no se encuentra allí, se supone que no tiene que dejar el puesto de trabajo, guardo el billete y decido irla a buscar al baño para saber si algo malo le paso, pero grande es mi sorpresa al encontrarme el baño vacío.

Salgo para preguntarle Adam si sabe donde esta, le hago señas para que se acerque, al verme frunce el ceño y viene de una vez.

-¿Sabes dónde está Marie? Se supone que debe estar en supuesto pero no está y sabes que si sale el supervisor y no la encuentra la va a despedir.

-No sé dónde está ¿Pero ya revisaste en el baño?-me dice.

-Si ya revise y no la encuentro por ningún lado, no quise ir para la oficina porque no quiero que el jefe se entere-le digo mordiéndome el interior de mi mejilla.

-bueno seguro y salió un momento o está hablando con el jefe, quien sabe-dice mientras se encoje de hombros-ponte tú en el lugar de ella hasta que regrese.

-ok-digo dirigiéndome hacia la caja.

...................

Ya es de noche y estamos cerrando, Marie no volvió por el resto de la tarde y estoy preocupada por ella, tal vez se sentía mal y se fue sin decirle a nadie.

Me despido de Adam con un beso en la mejilla y camino a paso lento porque mis piernas no pueden más, hasta la parada de buses.

Estoy casi llegando cuando el bus se está yendo. Grito que se pare mientras corro, pero de nada sirve porque igual se va sin prestarme la más mínima atención. Ahora me toca caminar ocho cuadras hasta mi casa.

Suspirando me dispongo a caminar, voy distraída en mis pensamientos cuando paso cerca de un callejón un oigo un disparo que me deja helada, pongo rápidamente mis manos en mi boca para ahogar el grito que quiere salir desde lo más profundo de mi garganta.

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Hola mis currucucus, ¿Cómo están? Disculpen la tardanza tuve algunos problemas de salud, además que no paro en mi casa, salgo a las 8:00 o 9:00 y regreso a las seis o siete de la noche cuando ya no hay luz.

Bueno este capitulo está más largo que el otro, así que merezco mis felicitaciones.

Espero y les haya gustado el capítulo y si no pues.......Que se puede hace ¿no?

Bye mis currucucus😘😘

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⏰ Última actualización: Oct 14, 2019 ⏰

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