El propio Calhoon murió en 1929, justo cuando se acercaba el centenario de su nacimiento. Estaba sentado en una glorieta —ya desaparecida— en la plaza de la ciudad —que ha sido pavimentada—, agasajado por una banda de música cuando, de repente, se inclinó hacia su esposa de cincuenta y dos años y le dijo: «Hay demasiado ruido».
Atte:Flower.