Capítulo 1. El ruego a madre magia

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Al día siguiente, Harry amaneció con el pequeño Tsuna entre sus brazos, aún con pereza se levantó de la cama y dejo a su hijo en ella, llego a la cocina donde tomo un vaso de agua y llamo a su elfina.

- ¡Winki! – grito el joven

- Si amito que necesita – dijo la elfina contenta

- ¿Qué crees que deba hacer para adoptar a Tsuna? – cuestiona nervioso

- Amito le recomendaría que viaje a Gringotts con el amito Tsunayoshi para registrarlo como su heredero. – dijo la elfina.

- No había pensado en eso... Espera ¿Tendré que regresar a Inglaterra para registrarlo? – cuestiono Harry nervioso.

- Lamentablemente si amito. Al ser ciudadano Ingles debe ir a Londres, aunque el amito Tsunayoshi haya nacido en Japón. Solamente tiene un día si va después se considerara un niño robado.– responde la elfina

- Tendré que ir. *susurra* Winry prepara el traslador salimos en 1 hora, tendré que alimentar a Tsuna. – Ordeno Harry.

- Si amito

Cuando Harry llego a su habitación ahora con un biberón encontró al pequeño Tsuna despierto.

- ¿Qué sucede mi cielo? – dice dulcemente Harry cargando al niño para que le respondiera chupando la playera–"¡TIENE HAMBRE! "–Oh espera, mi cielo – Harry dejo un momento al niño en la cama para acomodarlo en sus brazos como Tonks le enseño para darle el biberón a Teddy así supo cómo alimentar a su bebé era extraño pero al mismo tiempo se sentía completo.

- Con cuidado, no te vayas a atragantar – dice Harry sonriendo sin saber que nuevamente una presencia estaba a su alrededor.

Después de esa situación la elfina cuido y cambio al niño mientras él tomaba una ducha y se arreglaba, se sentía extraño para el después de un año de desaparecer del ojo público de Inglaterra volvería con un hijo al menos sabía que regresaría a Japón quizá era conveniente mudarse a Tokyo o quizá a Francia después de todo.

Cuando Harry termino de arreglarse y desayunar, era hora de viajar en traslador para gran disgusto de Harry y un poco frustrado de los rumores que correrían ante su llegada a Londres. Cuidadosamente tomo a Tsuna y el traslador que era un broche de una flor de sakura y se transportó a un callejón cercano a Gringotts se acomodó la capa que cubría su rostro al igual que a su bebe antes de dar el primer paso comenzó a dudar, pero repentinamente sintió algo cálido que lo cubrió y decidido comenzó a caminar con elegancia a Gringotts, cuando entro al banco mucha gente se le quedo viendo pero pronto todos desviaron la vista. Cuando llego a que lo atendieran dijo:

- Que sus bóvedas estén siempre llenas – saludo el joven pelinegro

- Y que sus enemigos caigan a sus pies – respondió el duende con simplismo

- Vengo a registrar un heredero – dijo Harry cargando suavemente a su hijo

- Su nombre, varita y la casa – respondió rápidamente sacando un libro

- Harry Potter – dijo Harry en voz baja entregándole su varita, pero la mayoría de la gente del banco logro escucharlo y los murmullos comenzaron.

- "¿Potter?" "¿Será Harry Potter?" "¿Dijo heredero?" "¿Con quién viene?"– pronto más y más susurros se escucharon en el banco por lo que el sorprendido duende reacciono.

- Sígame – dijo el duende entregando la varita y llevándolo por unos pasillos hasta llegar a la oficina del jefe Ragnok donde fue recibido.

El cielo que nos unióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora