Capitulo 5

17K 1.1K 148
                                    

Abby

Suspira pesadamente.

— Abby, abby. ¿Qué voy a hacer contigo?— Me mira— ¿No te enseñaron que esta mal mentir?

Mantengo la mirada en su pecho.

Por supuesto que si, fui bien educada. Todo es culpa de Kira, no es justo.

Tendria que estar regañando a Kira. ¡No tendría que estar regañandome a mi!

Levanto mis cejas y lo miro cuando me toma por debajo de mis hombros. Me coloca arriba del lavabo y me retengo a dar un respingo cuando coloca una mano en mi pierna.

— ¿Tu hermana sabe que estas aqui?

Aprieto en mis labios el borde del lavabo.

Genial, ahora se cree detective.

Asiento con la cabeza para evitar gritarle, ni siquiera lo miro. Si veo su cara arrogante empezare a soltar puños.

— ¿Porqué viniste aqui?

Su pulgar se acerca mas y hace presion en mi muslo. Esta tan cerca, hace que tenga un nudo de nervios.

Ya no creyó mi mentira, no va a volver a creerme.

— ¿Necesitas un empujon?— Mi mirada se va a sus labios cuando junta nuestras frentes. Pero me hace mirarlo cuando coloca una mano en mi mandibula, levantando la cabeza— Viniste aqui a hacerme enojar, a vengarte.

Si ya lo sabe, ¿para que pregunta?

Su mini sonrisa me hace enojar, y lo que mas me hace enojar, es que se vea aun mas lindo de cerca.  ¿Y porque cuando habla sale olor a menta?

¿¡Quién en su vida vive con aliento a menta!?

—  ¿Y si no es asi?, ¿y si vine a aqui a divertirme?, tal vez a olvidar el hecho de que soy tu mate. Tal vez a disfrutar de la poca libertad que me queda.

Muerdo mi labio apenas termino. No pretendia decir eso, pero me hace enojar. Kira tiene que pegarme para hacerme enojar, el, solo tiene que hablar. Es increíble como pierdo los estribos tan rapido.

Su cara es neutra, es claro que no me cree.

— No estoy escuchando lo que quiero oir.— Murmura, acercándose mas

Maldito idiota.

¡Si, ya lo dije!, ¡es un idiota!, no le dire nada.

Sonrie levemente y luego se acerca mas, suelta mi mandibula mientras mira mis labios. Jadeo cuando cuando muerde mi labio inferior. Siento su mano enredarse en mi cabello y entreabro la boca cuando inclina mi cabeza hacia atras.

Roza nuestros labios al igual que nuestras narices.

— Dilo, ¿porqué viniste aqui?

Se esta comportando tan impulsivo, mandon y pervertido. Y aunque intente convencerme de que esta mal, me gusta. Pero no voy a demostrarselo.

— Porque queria que te enojes, queria verte desastibilizado por primera vez y ver tu cara de gruñón, que por cierto, pareces un perro arrugado. ¿Feliz?

Aprieta su mandibula y veo con exactitud como sus pupilas se agrandan.

— Si.— Gruñe

Choca sus labios con los mios, y los deja ahi. Lleva una mano a mi mejilla, cierro los ojos y relajo mis hombros. Empieza a moverlos, con lentitud, enseñándome.

Trato de seguirle el ritmo mientras llevo una mano a su hombro.

Se siente suave, sus labios son esponjosos y encajan perfectos con los mios.

Mi DebilidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora