Sinceramente ha pasado demasiado tiempo desde que escribí la última carta.
Y es que... la verdad ya no sentía la misma tranquilidad cuando se trata de querer desahogarse de esos sentimientos negativos.
El escribir, que lo consideraba como un medio efectivo para desquitarse todo lo malo, ahora no me ayuda para nada.
¿Eso es un problema? Pues sí, porque ahora lo que consideraba mi único medio para dejar todo lo que me atormentaba ya no es tan... eficaz.
Pero eso no es lo que quiero hablar el día de hoy, sino que quiero hablar sobre todo lo que he vivido en estos meses... o el año.
Quiero empezar desde que comenzó el mes de Junio o Julio.
Desde que habíamos salido de vacaciones de verano, toda la familia se empezó a enfermarse de una infección estomacal, dengue, etc. La verdad, a casi todos (Bueno, a todos) nos enfermamos de eso y la verdad nos llevó tiempo para que nos recuperáramos de eso. A mí me recetaron varios medicamentos que tuve que ponerlos en una bolsa para no confundir con otros medicamentos.
A partir de ese mes, empezaron con las desgracias, una fue por enfermedades, otra por el peligro de que mi padre sufriera de un dolor insoportable del apéndice, el robo que le hicieron a mi padre por parte de unos estafadores, el sufrimiento de mi padre para encontrar desesperadamente el dinero para poder cubrir todos los gastos, la colegiatura, y lo peor de todo, la disminución de mis ánimos por seguir... aquí.
No quiero entrar en detalles, pero en resumen eso fue lo que pasó en un lapso de meses... tal vez... ¿tres meses? No, menos, como 5.
Como sea, el caso es que, a pesar de que nos haya pasado esas desgracias, seguíamos con nuestras esperanzas y que en un momento todo lo que pasamos se nos regrese como un karma bueno.
Ahora, hay más esperanzas ya que ahora tenemos la oportunidad de mudarnos a otro lugar, a empezar de nuevo. A mi padre le están ofreciendo un crédito y quiere aprovechar eso para pagar todas las deudas que él tiene ahora, y también poder cubrir todos los gastos de la escuela. En verdad me alegré muchísimo cuando nos dijo eso, porque de todas las desgracias que pasamos en los meses anteriores, nos estamos recuperando y teniendo mejores oportunidades de vida.
Sin embargo, hay algo que todavía no se ha resuelto del todo: mi "depresión".
Digo "depresión" porque no me lo han diagnosticado como tal, pero lo que sí estoy segura es que la mayoría de nosotros pasamos por esa etapa, y es en donde todo se empieza a derrumbarse poco a poco.
Una maestra me dijo una vez que, con sólo ver un dibujo que yo hice, se dio cuenta de la mayor parte de mi personalidad: de lo que ya sabía de mí misma y de lo que no. Que a mí me encanta estar sola, que soy una persona creativa, etc. Pero que no tengo que confundir el estar solo por un momento que ser solitario, porque "el ser humano no está hecho para estar solo" según el resultado de un experimento hecho por científicos y doctores.
Y la verdad considero que hay dos cosas que he descubierto a base de lo que he vivido en estos años que he estado viviendo en esta tierra. Yo soy una de esas personas que prefieren estar solas y evitar sentirse ser un estorbo.
A parte de estar solo, me encanta hablar conmigo misma, porque puedo ser yo misma, y a parte me entiendo en cuanto se refiere a hacer chistes, etc.
Pero, a la vez, también me he dado cuenta que tiene algo de verdad lo que dijeron esos científicos ya que también a veces me encuentro en ese punto en donde yo quisiera explorar nuevas tierras acompañadas de amigos.
No sé qué decir acerca de eso, en mi punto de vista esos son los puntos que he encontrado (hasta ahora) que hacen que esté o no de acuerdo con eso.
Pero, si ponemos como ejemplo lo que estoy viviendo ahora, estoy sola.
En la escuela, lo que consideraba mi grupo de amigas, ya no lo es, porque ahora ese grupo se dividió gracias a malos entendidos y traiciones entre "amigas". Yo no me metía en esos asuntos porque no me correspondían, sabía que esos problemas sólo eran entre dos y yo siempre había considerado que meterse en líos ajenos es sólo para hacer el problema aún más grande, y eso no es bonito.
Y gracias a esos problemas, el grupo se dividió en dos y yo me quedé en medio...
¿A qué lado aliarme?
Si escojo un bando, ¿eso sería definir el fin de una amistad por parte del otro bando que costó hacerla?
Y decidí hacer algo: no escoger y sólo... desaparecer.
Me di cuenta que, a pesar de querer estar en uno de esos grupos, de todas formas me hacen un lado porque los demás ya se conocen, ya saben el uno del otro, ya se comparten información, ya saben qué temas hablar, ya saben sus gustos de los otros, e incluso ya saben en dónde vive un amigo, etc.
Y es ahí en donde vuelvo a quedarme en el mismo lugar: en medio de todos.
Así que es más preferible que yo me quede sola en un lugar, donde nadie me ve con lastima y pena porque quiero ser parte de un grupo.
Esa historia se ha repetido varias veces en mi vida, y la verdad no me sorprende eso. Ya estoy acostumbrada a pasar por momentos como esos.
Desde el kínder empecé a sentirme alejada de los demás, y lo acepté creyendo que eso iba a ser normal en mi vida, y fue cierto, porque así fue como ese patrón se fue repitiendo en todos los años: en el kínder, en la primaria, en la secundaria, en la prepa, y ahora en la universidad...
La verdad no me sorprendería si en algún momento de mi vida me dejan de hablarme, u olvidarme, porque me he dado cuenta que así es la vida: unos se van y otros vienen. Yo puedo ser una persona cualquiera que en algún punto de la vida de alguien se vaya a olvidar de mí, y no hay bronca con eso, está bien. Porque fue la persona que decidió eso, y lo respeto, pero también ellos tienen en cuenta que yo también puedo olvidarme de ellos.
No creo que los olvide, porque de alguna u otra forma llegaron a ser parte de mi vida y de mis aventuras, y bueno, esas cosas jamás los olvidaría porque es lo único que me queda después de convivir con ellos. Y para que ellos puedan convertirme en un recuerdo, mi plan de vida es irme de aquí, y empezar de nuevo.
Irme de la ciudad para empezar de cero y poder ser otra persona.
Ya no mirar atrás.
Ya no volver.
Ser feliz explorando otras tierras.
Dejando atrás lo que me hacía sentirme insegura, incapaz, inútil...
Lo que un día fui alguien para ellos, y ahora solo soy parte de un recuerdo.
Y nadie sabe de ese plan que tengo para el futuro, pero es mejor que nadie lo sepa, porque eso les arruinaría la oportunidad de olvidarme...
O no.
Porque ya dije que me esforzaré para ser alguien reconocido.
Reconocido por fin.
Donde todos los que me odiaban tengan envidia de la persona que seré en ese futuro.
Por eso no he tomado la decisión de descansar en paz, porque me he dado cuenta que lo que quiero en esta vida es ser reconocida por todo el mundo, que ya no me dejen de un lado, y quiero salir de esa zona con la ayuda de mis esfuerzos, de mi creatividad.
Muy pronto todo eso se logrará.
Porque ahora mismo, creo en que sí soy capaz de lograrlo.
Por primera vez en mi vida, estoy creyendo que sí.
Por primera vez creo en que lo lograré.
Esta vez sí.
En esta vida, sí.
En fin, eso es lo que tengo planeado: ser un recuerdo, una amistad, un enemigo, una hermana, una persona que quiere dejar un lado todo lo malo para por fin ser feliz...
Creo que ser reconocida será para otros años más adelante, porque quiero hacer una reaparición de una manera más elegante, más épico. O sea, sólo tenemos una vida.
Y sólo con esa idea de irme, y reaparecer como una mujer nueva es lo que me mantiene motivada y no querer ser parte de las estrellas todavía.
