Este capítulo va dedicado a mi hermosa ISABELLA,
a la que nunca olvida y aquella que jamás me olvida.Estaba totalmente agradecida de que mis abuelos estuvieran haciéndonos compañía, me sentía horrible, quería estar en mi casa y enfocarme en que al día siguiente vería los rostros de aquellos chicos sonrientes que ya conocía hacía varios años, pero no era así.
Estaba en una charla con mis padres acerca de los retos que traía entrar a un nuevo colegio, yo no podía estar feliz a pesar de que cuando me dijeron de las opciones de colegio sin duda yo había escogido a Beverly Hill ¿porque? , además de que sonaba interesante era campestre.
mi mama no dejaba de hablar acerca de lo genial que sería nuestro primer día, pero yo sabía que no era así y mi mente realmente estaba enfocada en aquel día cuando ellos llegaron a casa y desempacaron nuestros nuevos uniformes, ese día todo se volvió real para mí; yo sabía que iba a mudarme pero me negaba a aceptarlo, había estado orando cada noche tratando de convencerme de que mis papás dejarían que me quedara con mis abuelos o mis tíos, pero esa noche cuando vi los uniformes perfectamente planchado sobre la cama entendí que era inevitable.
Las lágrimas empezaron a salir de mis ojos cuando recordé la vos de kyle (mi mejor amigo) diciéndome que m veía terrible en los uniformes.
Entonces me levante de los muebles a la mitad de la charla y me despedí de todos mientras lloraba de una manera bastante desesperada.
Cuando estaba casi llegando a el arco que separaba la sala del comedor mi papa me llamo e hizo que me devolviera y me sentara nuevamente, pero esta vez solo estábamos el, mi mama y yo.
- el que estés triste no significa que debas estar molesta con nosotros- dijo mi papa tocando mi mano la cual estaba tapando mi cara.
- sé que es difícil pero es lo mejor para tu papá y para mí, por ende es lo mejor para ustedes- dijo mi mamá.
Y entonces yo levante mi rostro algo más que molesta y le torcí los ojos.
- está bien, disculpen si fui grosera, pero yo no creo que esto sea lo mejor para mí, quiero a mis amigos, mi colegio, mi familia, mi casa, mi cuarto, no quiero estar en esta ciudad de porquería.- fue lo último que dije antes de que mi llanto empeorará.
Y como si ellos hubieran leído mis pensamientos me dejaron libre y pude irme a mi cuarto.
odiaba mi cuarto totalmente , me fastidiaba tener que entrar , recuerdo la casa de la tía de Tania tenía un armario más grande que mi cuarto y eso realmente me molestaba, no era lo que yo merecía ; quería estar en mi antiguo cuarto el cual era una siete veces más grande que el actual.
Cerré la puerta y empecé a llorar con más fuerza, toda mi rabia se estaba drenando a través de mis ojos, dirigí la mirada hacía mis zapato ubicados de una manera organizada pero en el suelo; yo ni siquiera tenía un closet dentro del cuarto y entonces recordé el gigantesco closet que tenía para mi sola, donde cada par de zapatos tenía su espacio especial y entonces la impotencia subía por todo mi cuerpo y en poco segundos ya estaba siendo víctima de mis rabietas.
Tire todos los zapatos que pude, golpe la puerta y sin querer el espejo el cual sonó bastante alto e hizo que la cordura volviera a mí.
Me tire en mi cama y empecé a mirar al techo mientras las lágrimas se resbalaban hasta entrar en mis oídos.
Yo no lloraba con nada, cuando lo hacía mis hermanas realmente se preocupaban porque sabían que algo en serio estaba mal; de las pocas veces que recuerdo llorar de ese manera hasta el punto en que mis ojos y labios se hinchaban y se tornaban de un color rojo intenso todas terminaban igual, al final un sueño pesado me invadía y esta no fue la excepción.
Poco a poco caí en mis pensamientos.... acerca de cómo sería el primer día de escuela al día siguiente, de las casi inexistentes ganas que tenia de asistir... de lo mucho que odiaba el uniforme... del horrible asentó que tienen los cartageneros.. De cómo sería mi salón...
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EL JUEGO DE TU AMOR
Teen FictionQue puedo decir.. no estaba contenta cuando me entero que después de vivir 14 años en Barranquilla tendría que mudarme a la horrible ciudad de Cartagena. yo no era una chica fácil, no me gustaba tener "vaciles" ni nada de esas extrañas relaciones fa...