La sirenita
Sentir la brisa acariciar mi cara, y percibir la leve calidez del sol en la piel. Sacarse las sandalias, disfrutar del contacto con la arena y dejar que las breves olas jueguen con las puntas de los dedos de mis pies. A medida que me acostumbro a la temperatura del agua, avanzo y me introduzco en este paraíso llamado mar.
Lentamente, me encojo como si volviera a convertirme en niña, y permito que me cubra hasta fundirme por completo en las aguas cristalinas. Nado y disfruto de cada momento, cual sirenita del cuento, hasta que decido volver a la superficie y sentirme humana de nuevo.
Me dejo flotar y transportar al son del oleaje, pensando cuándo llegará el día en que deba escoger que vida llevar.
**Pertenece a Retando a la musa. Segunda actividad ***