CAPITULO 1.Entrevista de trabajo

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Capitulo I. Entrevista de trabajo

Cuando yo viví con mi padre, el solía decir, hijo " el trabajo es lo mas importante", me lo repetía una y otra vez en cada momento que decidía preguntarle acerca de mi madre, parecía querer convencerse a si mismo; bajo ese lema crecí hasta mis dieciocho años de vida, fue ahí cuando pensé:

-Realmente no culpo a mi madre por haberse alejado de mi padre, de echo, creo entender sus razones-

Mi padre era una persona que, prácticamente vivía trabajando, solo era capaz de verlo en las noches y apenas nos dirigíamos la palabra, las únicas veces que me dirigía la palabra era para reprocharme acerca de algo que hacia mal, ya fuera por los estudios o por el parecido a mi madre lo cual  le disgustaba mucho; ese reproche en especifico ocurría múltiples veces, hasta que un día no pude mas, al graduarme de la preparatoria me di cuenta de que todo eso era algo que me impedía ser feliz y debido a que yo ya tenia la mayoría de edad, decidí dejar esa casa para no volver, y dejar de vivir aquella vida en tonos grises que me asfixiaba; como resultado de eso termine trabajando como un repartidor de comida rápida en uno de los barrios de Bogotá. Hasta que un día, una mujer de pelo castaño y ojos miel llego al negocio donde trabajaba, vestida como toda una ejecutiva, era mi madre, ese día me saco de ahí y me llevo a su casa, vivía en uno de los barrios mas decentes de Bogotá y la casa era enorme, no una mansión pero comparada al sótano en el que viví durante los últimos seis meses era realmente enorme. Ella me dio comida, una habitación, ropa y entonces me dijo que me iría a la universidad ,dijo que del dinero no tenia que preocuparme y que esa siempre seria mi casa, fue ahí donde decidí que le devolvería todo lo que había echo por mi, esa noche mi vida empezó a tomar un poco de color.

-Lamento todo esto pero la entrevista se atraso y será dentro de diez minutos mas, los primeros cinco suban a mi oficina despues de esos diez minutos y la otra mitad dentro de 15-dije, dirigiéndome a las personas en la sala de espera de la recepción poniendo mis manos en mi bolsillo.

-¡Patrick!-escuche que alguien gritaba mi nombre en el pasillo, Antoni, un sujeto bien parecido de cabello rubio y ojos miel, con sus siempre llamativos trajes hechos a la medida, un mujeriego en esencia y mi mejor amigo desde la Universidad.

-Hey, Antoni, esto no es un mercado, estamos trabajando-

-Si, si, señor "trabajo duro", por cierto las aspirantes de la entrevista son unas bellezas no es así, dime encontraste alguna que pudiera ayudarte con ¿el cierre de tu  pantalón?-

-Antoni, ellas están aquí por un trabajo, no por lo que ahí detrás del cierre de mis pantalones-fruncí el seño.

-Oh, vamos viejo, hay varias mujeres aquí que te bajan el cierre con la mirada, no puede ser que ninguna lo consiga-dijo intrigado.-Eres un soltero, de cabello castaño y ojos verdes es imposible para ellas no querer bajarte el cierre. 

-Dejando el cierre de mi pantalón a un lado, la mayoría de los que solicitan entrevista son mujeres,  acaso, ¿ tuviste algo que ver?-le lance una mirada amenazante.

-Esta vez no es mi culpa, fue difícil encontrar personas que tuvieran los idiomas que pediste y así fue como resulto-le alce una ceja mientras lo miraba fijamente para comprobar que no mentía.

-Bien te creo-

Pasaron los diez minutos acordados y al entrar a mi oficina se encontraban cinco chicas sentadas en el sillón pegado a la pared frente a mi escritorio eh inmediatamente ,Antoni quien estaba a mi lado, comenzó a examinarlas de pies a cabeza con ojos atrevidos, al ver su tan obvia reacción, le di un golpe con mi codo en su estomago y le señale que nos sentáramos en mi escritorio, yo en mi silla y el a mi derecha en una silla. Al sentarme en mi silla mire a los entrevistados quienes mantenían un ambiente de tensión, excepto una de ellas, era una chica que vestía ropa de oficina igual que las demás pero había tres cosas que la diferenciaban, su  lacio cabello con el partido del lado izquierdo era un negro brillante cuyo largo que sobrepasaba sus codos llegando así a su cintura, unos audífonos rojo brillante de diadema que usaba para escuchar música y en sus manos un libro de una pasta gruesa de color azul que estaba leyendo con mucha atención pero de ves en cuando parecía mover su cabeza siguiendo el ritmo de su música, lo cual me hizo soltar una pequeña risa, Antoni me dio un golpe con su codo como cobrando venganza en cuanto vio como miraba con atención a esa chica.

-Olle, señor "trabajo duro", la primera entrevista ya empezó- susurro en mi oído, mire a la chica frente a mi que había empezado su entrevista, la cual tenia un rostro sorprendido por la risa que deje escapar hace un momento, aclare mi garganta y dije:

-Lo siento por favor, continua - dije volviendo a poner mi rostro serio, mientras daba un ultimo vistazo a la chica de los audífonos rojos, quien seguía intensamente sumergida en su libro.Asi pasaron las primeras cuatro chicas hasta que por fin llegamos con la chica de los audífonos, tomo asiento en la silla frente a mi escritorio pasando su mano derecha sobre su cabeza dejando caer sus rojos audífonos sobre sus hombros.

-Muy bien, por favor has tu presentación en japonés por favor- dijo Antoni.

-De acuerdo- dijo la chica una expresión seria pero algo suave, tomo aire hizo una pequeña reverencia, se acomodo de nuevo en su silla y entonces se presento.- 喜んで私の名前はナターシャと私はメキシコ市で、この会社とのブランチから来る、私はこのプロジェクトであなたと仕事をしたいと思います。(mucho gusto mi nombre es Natasha y vengo de la rama que tiene esta empresa en la ciudad de México, me gustaría trabajar con ustedes en este proyecto)-

Mientras ella seguía con su presentación, yo me acerque a Antoni y le susurré:

-Tu que piensas-

-Si, tiene un buen trasero y excelente busto- me susurro con una mirada seria.

-Que, no- Aunque no podía negar que estaba en lo cierto-Me refiero respecto a su manejo del idioma, tu fuiste a Japón cierto, sabes algo de esto-

-Fui cuando era niño no sabría decirte, pero sin duda su acento y pronunciación son excelentes, además parece conocer los modales de los japoneses-

-Bien, entonces ella es la elegida-dije en voz alta sin darme cuenta, nunca había echo algo tan tonto en el trabajo, lleve mi mano a la cabeza y entonces Antoni en un intento de ocultar mi torpeza dijo:

-Muy bien ya que eres la elegida-Me miro divertido- Sabes que esta es una empresa internacional ¿cierto?, es decir que de ahora en adelante acompañaras a quien se encarga de los negocios internacionales al extranjero, por cierto es quien esta aquí a mi lado-Me señalo.

-Si así es, el trabajo es básicamente eso, cada vez que viaje al extranjero iras conmigo como mi interprete personal para ayudarme con los clientes- dije recobrando la compostura.

-Entiendo, entonces ¿tengo el trabajo?- parpadeo sorprendida.

-Así es - dije

-En ese caso vendré en cuanto me llamen, mi nombre es Natasha solía estar en la rama que tienen en la ciudad de México-

-Mucho gusto Natasha-estreche su mano, y después Antoni hizo lo mismo.

Después de recopilar su información y papeles ella abandono la oficina, poniéndose de nuevo sus llamativos audífonos.

-Con que la elegida eh- dijo Antoni recargándose sobre mi escritorio.

-¿Que?-

-Vamos no te hagas el tonto, la estuviste observando todo el tiempo desde que te sentaste en tu escritorio, ni siquiera prestaste atención a otras entrevistas y aun falta la mitad, aunque admito que ella ah sido la mejor hasta ahora-

-No se de que me hablas-dije evadiendo el tema.

-Ríndete, sabes que no me puedes engañar a mi, un mujeriego de primera-

-Y lo admites-

-Además, dijiste "ella es la elegida" en voz alta, es mas que obvio que te atrae-

-Esta bien , tal vez me atrae un poco- dije dejando escapar un suspiro con mi rostro ya rojizo por recordar el ridículo que hice.-Pero eso no cambia el echo de que trabajamos juntos.

-Claro, no cambia el echo de que irán solos al extranjero- dijo burlándose.-Wow y pensar que al señor "trabajo duro" le atrajo alguien del trabajo, esto es épico-

-Hablando de trabajo, no tienes algo que hacer-dije corriéndolo de mi oficina.

Ese día me quede viendo el ventanal de mi oficina hacia las montañas de Bogotá, pensando ¿Qué rayos me sucede?, mientras recordaba lo que había pasado y a esa chica con sus audífonos rojos que parecía tener un amor por los libros y la música.

La interprete de los audifonos rojos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora