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—Abuela, ¿Extrañas al abuelo?

La anciana acarició gentilmente su cabello y viendo hacia los ojos de su pequeña nieta habló—  Sí, mucho, cada día al levantarme es en lo primero que pienso.

— ¿No te sientes sola?— volvió a preguntar con su tierna voz infantil. — No me gusta que te quedes sola cuando nos vamos a casa.

Su tierna y dulce voz derritió su corazón.

No estoy sola, por qué sé que él siempre está cuidándome aún que no lo pueda ver.— sonrió suavemente hacia su nieta— prometió que nunca me dejaría sola incluso en la muerte, y jamás rompió ninguna de sus promesas cuando aún estaba aquí conmigo... Así que estoy segura que ese anciano terco sigue aquí.

—Mi querida Marinnette, a las almas gemelas no las puede separar nada, ni nadie.

– ¿Almas gemelas?— Preguntó la pequeña de coletas.

— Escucha muy bien, mi flor, se dice que tú alma gemela es aquella persona que estás destinada a conocer en algún momento de tu vida y sabrás que es él por qué sentirás que encontraste todo aquello que no sabias que buscabas y la dicha te llenará cada día.—hizo una pausa—Pero encontrarlo es la parte difícil querida, a veces muchas personas no lo logran y aunque siguen adelnate con sus vidas siempre sentiran que algo les hace falta, pues el peso de tu otra alma gemela es dificil de llenar con otro amor.

—¿Crees que yo lo pueda encontrar?— la pequeña Marinette la miraba de forma ansiosa.

La anciana rió bajo y con un semblante gentil respondió:— Eres una niña muy perseverante y podría apostar a que tú podrás conseguirlo.— tomo sus pequeñas manos.— y cuando lo hagas atesoralo mi querida, por qué sé que esa persona te traerá alegría y amor, no hay nada en el mundo que desee más que verte sonreír junto a tu amado y saber que el día en que me vaya de tu lado mi adorada Mari, tú serás feliz.

Marinette abrazó a su querida abuela con una sonrisa enorme en su rostro; definitivamente ella iba a encontrar a su persona destinada y hacer que su abuela sepa que ella va a ser muy feliz el resto de su vida.

—Te prometo que lo haré.






Es gracioso como una inocente promesa de niños puede llegar a tomar tal peso incluso pasados los años, justo cuando creí que habia encontrado mi otra mitad y todo resultó ser uno más de mis desvaríos de adolescente, un amor mas que imposible pero sobre todo no correspondido en absoluto.

Me aferré tanto a esa persona, a que fuera mía que nunca me di cuenta que él no quería que fuera suya, no era lo que él anhelaba, deseaba o amara; aunque sabia que su corazón pertenecía a alguien más no dejé de insistir.

¿Porqué no me detuve?

¿porqué llegaba tan lejos cada día solo para que me notara?

¿Qué fué lo que entendí mal abuela?

Ahora lo sé... simplemente me enamoré por primera vez.

Y como una niña pequeña hice lo imposible para tener aquello que quería sin importarme los demás y lo peor, sin importar pasar sobre mi misma.

Pero ahora que me di cuenta de mi error no pienso repertirlo dos veces.

Lo siento por romper mi promesa abuela, pero tu Mari ya está cansada de fracasar.

Cosas como el destino o felices por siempre no son más que cuentos de hadas, solo viviré mi vida de la forma en la que me haga feliz.



El Hilo Rojo  [Lukanette]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora