Black thread.

Capítulo 2: Vida de ricos y tensión bisexual.

La luz del día me molesta y me obliga a abrir los ojos poco a poco. Me maldigo mentalmente por no haber corrido las cortinas la noche anterior. Entonces me doy cuenta de que sí lo hice.

-¡Me cago en la...!

Pego un salto para salir de la cama a toda pastilla, y con el corazón a mil por hora observo como mi dormitorio ha sido desmantelado casi por completo. Salgo al pasillo para registrar todas y cada una de las habitaciones de la casa, que se encuentran en el mismo estado. Cuando llego al salón, el crujido de una bolsa me pone alerta. Y entonces le veo, sentado y con los pies sobre la mesa. Tranquilo mientras se come una de mis bolsas de patatas fritas. Y yo a punto de estallar.

-¿Se puede saber cómo has entrado en mi casa?

-Tu antigua casa, si se me permite la correción.

-Stark...

-Mira, lo entiendo, es temprano, te ha pillado por sorpresa. Ya me darás las gracias por ayudarte con la mudanza más tarde.

-¡Esto es ilegal!

-Casi todo lo que hago lo es. Ahora vístete y ponte mona, mis hombres se encargarán de recoger lo que queda.

Le miro con los ojos entrecerrados.

-Tengo que avisar a mi casero de todo esto.

-Mini Moon, ya me he encargado de eso.

-Oh Dios... ¿Hay algo que no hayas hecho ya?

-Sí, sacar tu culo de este lugar.

Salgo del salón con resignación mientras arrastro los pies por el suelo. Al llegar al cuarto de baño veo que me ha dejado preparado mi conjunto de ropa y todo lo necesario para terminar de arreglarme.

Maldito Stark, es como un jodido ninja.

Hago todo lo que el hombre me ha pedido y para cuando salgo del baño Tony me está esperando en la puerta extendiéndome una mano.

-Señorita.-dice, alentándome a tomarla, algo que hago con una mueca divertida.

Me saca de la casa sin dejar que me despida de ella y me lleva hasta la calle, donde un coche que debe costar muchos miles de dólares nos está esperando.

-Esto es muy excéntrico para mí, Tony.

-Pues vete acostumbrando, esta va a ser tu vida a partir de ahora.

Un hombre grandullón que estaba apoyado en el coche se acerca a mí y me abre la puerta mientras me hace un gesto para que pase. Yo sonrío.

-Mini Moon, te presento a Happy.

-Encantada.

-Igualmente, señorita Harris.

Agradezco que alguien diga mi verdadero nombre.

Tony se sienta en el asiento del conductor, con Happy a su lado. Tan excéntrico como su carruaje, Stark se pone unas gafas de sol de último modelo antes de pegar un acelerón tan fuerte que toda mi espalda se golpea contra el asiento. Acostumbrándome a la peculiar forma de conducir de este hombre, apoyo la cabeza contra la ventana mientras observo la ciudad desde el vehículo.

-Es muy diferente a cuando la ves desde el tren, ¿verdad?

-¿Primero entras en mi casa por arte de magia y ahora sabes lo que hago cada día?

-Me gusta conocer a la gente que va a alojarse en mi casa.

Abro los ojos tanto como hace un rato.

-¿Cómo?

-Puede parecer algo que haría un acosador, pero es por simple seguri...

-No, no. ¿Has dicho que me voy a alojar en tu casa? ¿Ahí es a donde vamos?