III Parte

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—Perdoname —fue todo lo que Jungkook pudo decir cuando una semana después Taehyung le contó lo que había sucedido—. ¡¿Por qué no me llamaste?! Habría ido a ayudarte —le reclamó.

Su mente pensaba en la peor escena y eso lograba encoger su corazón con un profundo sentimiento de preocupación, tristeza y enojo.

Taehyung estuvo muy cerca de no correr con tan buena suerte, Jungkook sabía de sobra que no siempre está la posibilidad de salir inmune a ese tipo de cosas.

Taehyung movió su mano para que Jungkook dejara de hablar. Restándole importancia al asunto.

—No estaba en condiciones —dijo Taehyung—. Además, no pasó nada, solo fue un susto. Te prometo que a la próxima te llamaré.

La primera promesa fue hecha.

Estar cerca de Taehyung era agradable, incluso si ahora quería estar cerca suyo por preocupación, él era agradable. Jungkook nunca se había sentido tan cómodo en compañía de otras personas. Pero Taehyung le brindaba una extraña calidez a su corazón.

No sé alejaría del castaño.

***

Pasó el tiempo, afortunadamente Jungkook no recibió ningún mensaje preocupante por parte de Taehyung.

Cada semana Jungkook iba a visitar a Taehyung.

Eventualmente, un fuerte lazo logró unirlos. Era extraño, Taehyung encontraba fortaleza en Jungkook, un apoyo para su vida, algo que no lo hiciera sentir solo. Por otro lado, Jungkook... Jungkook encontrada en Taehyung un cálido sentimiento, no sabía exactamente qué era, pero se sentía muy hermoso.

Jamás pensó que el querer se sentiría tan bien.

El tiempo.

Ese que pasaba las viejas páginas del libro, arrastrando hechos, palabras, personas e infinidad de sentimientos.

Lo único que Jungkook sabía, era que cada noche frente a los ojos de la luna, volvía a repetir una y otra vez su adoraba y cada vez inalcanzable petición.

—Por favor, padre. Déjame regresar —terminó de hablar. Se frotó el rostro y luego colocó la palma de su mano en el suelo para levantarse.

Por último, miró la luna y se le quedó viendo mientras pensaba ¿Qué había hecho tan mal?

Algún día regresaría... ¿Cierto?

Su adorado hogar parecía cada vez más un sueño lejano. Podía ver el cielo día y noche, pero no podía tocarlo, ni aunque extendiera su mano lo más alto que podía. Era imposible.

Pasos se escucharon en medio de la penumbra, a juzgar por sonido tenue que emanaba, Jungkook supo que se trataba de Taehyung, así que giró su rostro levemente.

—¿No te cansas de pedir siempre lo mismo? —le preguntó el castaño, su voz era como escuchar los cánticos sagrados de los serafines, al menos, para Jungkook así era.

Taehyung sonrió levemente y tomó la mano de Jungkook para que ambos se sentarán en el césped.

—¿Qué haces despierto, Taehyung? —le reclamó Jungkook con tono juguetón—. Tu deberías estar durmiendo. Mañana es un día importante.

—Es por eso que no puedo dormir. Debía agradecerte todo, absolutamente todo. ¿De verdad, vendrás a mí gradación?

—Claró. Lo prometí —Jungkook le dio una rápida sonrisa enseñando sus blancos dientes. Era lindo.

Taehyung asintió. Su corazón últimamente iba muy rápido con Jungkook cerca. Verlo hacia que su rostro calentara, así que desvió la vista hacia la luna.

Moonchild | Vk/Kv (Three Shot)Where stories live. Discover now