Hoy en Día

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Una mañana de finales de invierno Apolo surcaba los cielos en su carro solar.

 Lo que le costaba despertarse en invierno, ¡Santo Olimpo!

Su hermana tenia razón, lo de madrugar no era lo suyo y menos en invierno. Pero no era para tanto, le reconfortaba ver a los estudiantes somnolientos ir al instituto, ya que a esas horas en Europa no muchos niños iban al colegio. Para ser mas concretos en.. espera, ¿donde? ¡Ah si! España, eso es.

En ese instante sobrevolaba un pequeño pueblecito y.. "Espera un momento yo he estado aqui antes" Se dijo el dios para si mismo.

"¿No era el pueblo donde vivia Adara?" Apolo convocó a la diosa Iris, la cual le comunicó a Helios que Apolo requeriría de sus servicios como el anterior dios del sol en aquel día, mientras él bajaba a ver la antigua casa de la niña.

Helios cojió después de tantos milenios su añorado carro solar y sin pensarlo dos veces partió

.Apolo estaba tan sumido en sus pensamientos que sin darse cuenta ya estaba en la casa que supuso estaría abandonada, pero no lo parecía recordaba un olivo y un laurel los cuales estaban en buen estado y unas rosas que no parecian salvajes. 

Lo que mas sorprendió al radiante dios fue ver dos estatuas en la entrada de la puerta principal, a la izquierda Atenea, y a la derecha una estatua de él.

"Eso no estaba antes." El dios se dispuso a entrar a la casa cuando de repente la puerta se abrió y delante de sus ojos inmortales pudo ver a una chica de unos 16 años. La chica llevaba un móvil en su mano derecha conectado a unos auriculares, y una mochila a sus espaldas. "Adiós Apolo" dijo la chica mirando la estatua.

"¿Adiós?" Apolo respondió aun que ella no se percatase de la presencia del dios, por un minuto pensó que podría ser Adara, pero era imposible ella era hija de un dios y le habría visto, sería otra mortal.

"Adiós Atenea, que tengais un buen día. Os quiero." El dios se enterneció al ver a una adolescente diciendo cosas como esas.

La chica se iba aproximando a la puerta que daba a la calle y el dios pensó en manipular la niebla para lograr hablar con ella. Ya estaban los dos en la calle y la chica cerró la puerta."¡Por los dioses que susto me has dado!" Exclamó la chica exaltada y Apolo puedo apreciar como posicionaba su mano derecha en su pecho, justo encima del corazón, formando una garra con el dedo gordo, indice y corazón.

"Yo.. hmm.. siento haberte asustado es que queria preguntarle una cosa a los que viven aqui. Tu vives aqui ¿no?"

"No importa, y si, yo vivo aquí. ¿Qué querias?"

"Yo bueno, es que mira yo conocia a los antiguos dueños de esta casa y me gustaría saber de ellos"

"¿Los antiguos dueños? Si, creo que mis padres me hablaron de ellos, lo único que se es que la casa pertenecia a un pareja de ancianos, pero a la mujer no le gustaba la casa y se mudaron."

"Si, bueno yo me referia a los dueños despues de esa pareja." El dios ya estaba perdiendo las esperanzas en que aquella chica supiese algo de Adara.

 La chica le miró frunciendo el ceño mientras respondía. "Supongo que hablas de mis padres, por que no ha habido mas dueños después de los ancianos, aparte de ellos." El dios abrió los ojos a más no poder y su cara palideció tanto que la chica pensó que se desmayaría.

 "Oye, ¿estas bien? ¿Quieres entrar a sentarte?"

"Yo.. no esto no puede ser posible.. ¿estas segura de que tus padres son los siguientes dueños?"

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⏰ Last updated: Oct 21, 2019 ⏰

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