Tattoos

Soy Kirishima Eijirou, tengo veintisiete años, soy dueño de un local donde hago tatuajes y hace casi un año que empecé a salir con un chico que trabaja en una florería. Su nombre es Bakugou Katsuki, es muy inteligente, es fuerte y algo malhumorado pero eso es lo que lo hace tan hermoso.

Por el principio de cuando nos conocimientos las cosas… No fueron las mejores pero aún así terminamos en una bella relación. Él conoce a mí madre y yo conozco a sus padres, conocemos a los amigos del otro y de vez en cuando pasamos por el trabajo del otro. Todo es un sueño hecho realidad para mí… Salvo que hay un minúsculo problema en todo esto.

-¿En verdad que estás haciendo escándalo porque no conoces el tatuaje que tiene en la espalda?- es lo que me preguntan mis amigos, hoy era nuestro día en el que nos juntabamos para ponernos al día.

-¡Ustedes no están viendo la gran imagen de todo esto!. ¿Qué significa no ver su tatuaje?. No verlo sin camiseta. ¿Qué significa no verlo sin camiseta?. Que nunca se quitó la camiseta frente a mí. ¿Qué significa que no se haya quitado nunca la camiseta frente a mí?. ¡Que no hemos intimado en todo este tiempo!- tiré de mis cabellos ante mí cruda realidad.

Primero los chicos se quedaron callados y me miraron con unas caras muy serias… pero al poco empezaron a reírse de mí mientras decían cosas "aún no te desfloraste".

-¡Oigan, deberían dejar de reírse de mí!. ¡No es justo!- me cruzo molesto de brazos por la actitud de mis amigos, seguro si estuviera Jirou al menos callaría a Kaminari.

-Es que es demasiado gracioso, Kirishima. Con lo mucho que fantaseas con Bakugou y… Digamos que con lo que fue su primera interacción real, cualquiera pensaría que ustedes ya habrían hecho eso hace largo rato- comenta Ashido mientras se limpiaba una lágrima que le caí por la risa.

-Y Bakugou tiene la apariencia de alguien indomable en la cama- le doy un golpe a Sero.

-No digas esas cosas de mi novio, solo yo puedo pensar y decir esas cosas- hago un puchero al verlo rodar los ojos divertido.

-Kirishima, siendo yo el experto en buenas relaciones estables déjame decirte que comprendo lo difícil que puede ser traer el tema de la intimidad… Uno se siente seguro y cómodo sin cruzar esa línea porque sabes perfectamente que no hay errores graves que te harán ver mal… Pero cuando hablábamos de lo otro… Puedes meter la pata en tantos momentos: ser demasiado rápido, tocar algo mal y todas esas cosas. Es mucha presión pero todo eso se soluciona- me quedé mirando maravillado a mí mejor amigo, nunca había sonado tan sabio.

-Kyoka me dijo que aún no solucionaste del todo tu problema de "velocidad"- contuve la risa ante esto.

-¡NO ES CIERTO!- todos nos reímos de su rostro rojo como un tomate, seguro mezcla de la molestia y vergüenza.

-Pero en verdad no deberías hacer tanto drama por ese tema, solo bromeamos contigo. Encontrarás el momento ideal- Mina me da unas palmadas en la espalda.

Luego de esto seguimos conversando de otras cosas, aunque aún daba vueltas por mí cabeza el tema de mí poca intimidad con mi pareja. Recordaba cada tantos mis intentos de avanzar y el cómo todas esas veces mi amado rubio esquivaba el tema o se alejaba. ¿Tendrá un problema conmigo?. ¿Le sucederá algo?. ¿Deberé de preguntarle directamente?. No, él no me contestará si no me ha hablado del tema hasta ahora… Tal vez deba hablar con alguno de sus amigos.

Al día siguiente me junté con Midoriya Izuku, un amigo de la infancia de Bakugou que debes en cuando lo ayuda en la florería haciendo las entregas de pedidos grandes. Midoriya me cae bien, es gracioso ver lo distinto que es a mi novio y aún así son amigos… Aunque Bakugou no le gusta realmente decir que son amigos.