Piel pálida 淡い肌「Dahmo」

「Capítulo 1」

❛❛ Labios rojos, piel pálida. Eres mi perdición. ❜❜

Los vampiros y los humanos nunca podrán estar juntos por regla. Pero vamos, las reglas se hicieron para romperse.

・‥...━━━━━━━☆☆━━━━━━━...‥・

Momo odiaba a Dahyun.

Momo sin lugar a dudas la odiaba.

¿Cómo es posible que aquella chica la quemara con la mirada? Y no lo digo de una mala forma, pero en serio. Momo estaba ardiendo, pero en puro placer. Los ojos de Momo no podían dejar mirar hacia otro lado que no fuera a Dahyun, y, para colmo la chica tampoco ayudaba para nada observando a la azabache con tanta sensualidad que parecía irreal.

Momo no aguantaba, debía conseguir sin lugar a dudas algo más con aquella chica. No es como si no se conocieran después de todo. Porque sí, se conocían. Pero nunca llegaron a tener una conversación amena más allá de un hola y adiós.

Entonces Momo dio el primer paso porque al parecer la otra chica a su frente no iba a moverse de tu sitio. Con suma valentía caminó entre la tenue luz del lugar a la barra donde se encontraba Dahyun, sus manos sudaban un poco y sintió su corazón bombear sangre diez veces más rápido que lo normal. Iba a hablar, pero fue interrumpida por la voz de la otra chica. 

 — No te atrevas, sé perfectamente lo que intestas. — Soltó la chica de piel pálida casi gruñendo al sentir a Momo detrás suyo. Al parecer la japonesa la había malinterpretado, pero de todas maneras lo intentó. Aun así no dejaba de quemarse.

— Creí que querías que me acercara. — Dijo Momo, sus manos solo rozaron un poco sus caderas y la otra para nada se puso tensa, Momo simplemente se sentó muy cerca de ella pidiendo una bebida para calmar sus nervios estúpidos de ser humano. Porque Momo era una estúpida humana, según Dahyun.

— Juro que si haces algo y mi presa se escapa te corto la garganta.— Susurró Dahyun poco audible al oído de Momo, más que la música estaba un poco fuerte en ese lugar era menos perceptible de escuchar.

Momo no dijo nada, solo se limitaba a observarla y al estar de perfil podía admirar sus piernas expuestas y lo bien que le quedaba aquel vestido negro ajustado. Su cuerpo era la muerte. Dios, Momo estaba fantaseando demasiado con aquella mujer a su frente. Tomó del contenido del vaso de cristal sintiendo un poco de ardor en su garganta, todo eso era mejor para aliviar sus pensamientos y la calentura.

Dahyun se alejó un poco y Momo notó, siempre hubo algo en aquella misteriosa y sexy chica, que llamaba demasiado la atención de Momo. A Momo le gustaba Dahyun.

 Momo estiró tomó lo que quedaba de su vaso y dijo: 

— ¡Espera! — Pero fue demasiado rápida, de igual manera Momo la seguiría. Claro, si es que realmente podía.

Momo corrió a la salida, su cabello se despeinó un poco por el aire, trató de seguirle el paso, pero la perdió.

O eso creía.

Entró de nuevo a la fiesta y un chico — bastante ebrio — se le acercó. Su cabello estaba despeinado, sus oscuros ojos idos, y un aspecto repugnante. El hombre tomó el atrevimiento de darle una nalgada y colocó su brazo alrededor de los hombros de la contraria, quien enfureció de inmediato. Momo le sonrió, con astucia tomó el brazo del chico con ambas palmas y lo aventó con toda su fuerza al piso. Todos los presentes no tardaron en observar con entusiasmo.