El empezar de mis pesadillas y pecados

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Todavía cuando éramos una familia normal… Aunque se arruino con la llegada de mi pequeña hermana Margaret, me llamo Isaac tal vez  sea raro ya que soy calvo y no tenga dedos en las manos o pies, bueno volviendo al tema vivía con mi mamá y con mi papá, pero como después mi mamá esperaba a mi hermanita.

Cuando salió la bebita, le tenía muchos celos a ella ya que era como decirse… la que tenía todas las miradas, sobre todo las de mamá, adoraba a Margaret sobre todo por lo “bella que era ella”, a pesar que Margaret era igual a mi  excepto que ella llevaba un lindo cabello rubio con un moño rojo rubí.

Paso un tiempo y pero mis celos empezaron a empeorar y entonces ocurrió lo que nunca pensé hacer en mi vida….

Esa noche ya más encabronado que nunca, tome un cuchillo carnicero y fui al cuarto de mi hermanita, no lo sé porque lo hice pero por una razón lo disfrutaba, disfrutaba en ver mi mano con el cuchillo apuñalando a la bebé…

Mis padres entraron y me miraron con horror por lo que había hecho y desde ese día todo cambio… sobre todo ya que mi papá se fue de la casa por lo que había ocurrido, mis padres enteraron a mi hermanita en un lugar de la casa a lo cual no me dijeron. Después de que mi padre se fue mi madre se volvió loca, me obligaba en usar una peluca con la misma forma y color de mi hermana incluso decía que hablaba con el todo poderoso del cielo ya que ella era muy religiosa y muy creyente. La voz le decía que yo me había vuelto pecador y que a partir de ahora para salvarme me debía quitar mi ropa y juguetes, encerrarme en mi cuarto, hasta el punto en que tenia ella hacer un sacrificio, mi sacrificio para que me libere del pecado que había cometido.

Mi madre al hacer caso a esa voz fue y tomo el mismo cuchillo que había tomado para esa noche, yo de un agujero escuchaba y veía a mi madre  con el cuchillo acercándose a mi cuarto diciendo una y otra vez “Isaac ven te liberare de tus pecados y demostrare en ser creyente de nuestro señor”, yo desesperado y aterrado empecé a buscar salida, busque por todos lados ni por la ventana podría ya que era muy pequeña… entonces lo vi, una puerta en el suelo escondido en la alfombra del cuarto. No quería lanzarme hacia abajo, no sabía lo que podría ocurrir en ese lugar, pero justo entro mi madre al cuarto bruscamente y sin pensarlo otra vez me lance…

Me sentí a salvo que ya paso lo peor… pero en realidad… solo… empezaba…

Empezaba la experiencia más trágica de mi vida.

Escapando de mis pecadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora