Como ha sido en los últimos meses a esa hora en donde todos salían de sus trabajos, se encontraba como una sardina en el tren subterráneo, estando medio aplastado entre otros trabajadores que iban de vuelta a sus hogares.
Una rutina muy aburrida y agotadora, en donde al menos no era verano o si no estaría sufriendo sofocación por el calor humano acumulado en el lugar. Todo era tan rutinario que ya reconocía a la gente que tomaba ese transporte a la misma hora que él, en donde luego de cierto día empezó a saludarlos para al menos ver una emoción diferente en sus rostros, aunque la mayoría lo ignoraban.
Sin embargo, las últimas semanas algo había variado. Una persona nueva había empezado a usar ese tren a las mismas horas que Joshua y logro captar su atención de inmediato.
Su largo cabello castaño, delicadas facciones, piel de un color lechoso, labios pequeños y rosados, unos ojos rasgados pero que aun así eran grandes de un color oscuro. Esos detalles había logrado ver de la persona que cada vez que entraba a su vagón, captaba toda su atención.
Estaba confundido, pues casi podía jurar que era una mujer, pero tenía un amigo hombre que también tenía rasgos muy delicados, así que podía esperarse cualquier cosa. Siempre acababa lejos de esa persona, así que no podía confirmar nada y si acababa cerca, notaria que le miraba mucho así que se controlaba para mirar su móvil o solo cerrar los ojos y esperar llegar hasta su estación.
Pero en esta ocasión, era imposible observarle de lejos o evitarlo.
Estaba a un par de metros de la persona de larga cabellera castaña, evitando fijarse en esta. El tren se detuvo en una estación donde se bajaba mucha gente y ante el aviso de que las puertas se iban a cerrar, las que entraban lo hacían casi corriendo, empujando para hacerse el espacio para entrar y caber en el vagón para dejar de esperar a que algún tren les llevara.
Joshua al ser delgado fue empujado de un lado a otro, en donde con esfuerzo no se dejó arrastrar hacia afuera, siendo de repente empujado hasta más profundo del vagón al sonar el pitido de las puertas. Casi aplasta a una persona así que como pudo se apoyó de la pared del vagón con su mano libre, a un costado de donde se encontraba el hombro de la persona que casi aplasta. Por culpa de un enorme bolso de una señora, la parte baja de su cuerpo se inclinaba más para el frente.
- L-Lo... - Tenia su cadera presionada con esa persona que se apoyaba en la pared del vagón, así que se iba a disculpar por invadir de esa forma su espacio personal, pero las palabras no salieron al ver quien era y que, por la cercanía, supo que era un hombre. Si, claramente era un hombre.
De cerca estaba claro que era un hombre, pues tenía los hombros anchos además de que usaba camisa y corbata.
- Disculpa – Murmuro apenado y desviando su mirada del hombre de largos cabellos castaños, intentando hacer fuerza con la mano en la que se apoyaba para alejarse del tipo y al menos dejar de tener sus caderas presionadas, dejar de sentir la evidencia de que era un hombre esa persona, ¡Qué vergüenza tenia!
- No te preocupes, no es tu culpa – Le respondió una suave y perezosa voz. De un rápido vistazo supo que sus ojos eran de un color almendrado, además de que tenía una expresión de incomodidad.
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Hora punta (JIHAN) / Oneshot
FanfictionEse gris y aburrido camino de vuelta a sus hogares quizás se volvía mejor si se pasaba en compañía con la persona correcta. O quizás de la "forma" correcta... •Finalizada: 23/10/19