Neon

KATIA I

Cuando nací ya tenia hermanos de otra mamá, nunca conocí a mi padre porque murió cuando era bebe, la verdad es que  nunca pensé que pasaría esto.

 Yo estudiaba internada en una escuela de solo niñas, pero como era tan buena en mis estudios mi madre me paso para una escuela mixta, sin internado.

No es por nada pero a ¡ pleno siglo XXI con internados !

En fin, entre para cursar mi primer año en la secundaria, ese día conocí a mis amigas mas cercanas que nunca cambiaría por nada, eso lo aprendí con dolor. Ellas eran Alicia, Mariolett, Sidney, Freya y Tiffany.

Compartíamos bastantes cosas en común, por esa razón les cogí confianza bastante rápido.

Pero no solo las conocí a ellas, no señores yo ese mismo día encontré a mi futuro primer detonador.

Steven...

Nada mas nombrarlo todas las chicas se escandalizaban, (corrección), nos escandalizábamos.

El problema es que yo era muy tímida, ademas no pertenecía a su mismos grupo de amigos, así que me resignaba con verlo desde lejos y hablar de el con Alicia, a la cual también le gustaba.

A Tiffany le gustaba en secreto, ya que ella era mas reservada con sus sentimientos.

Hasta que un día a mitad de el tercer curso en secundaria, a la profesora de Ingles se le ocurrió la gran idea de hacer trabajos por parejas en investigar sobre el bullying en el colegio.

Obviamente tenia pensado hacerme con alguna de mis amigas, hasta que empezo a llamar por lista y ubicar dos personas al azar para realizar el trabajo.

Pasaron varios minutos y todas mis amigas ya habían sido ubicadas por parejas, excepto yo.

Bueno eso era lo que yo creía.

- Hola, Katia

Levante la cabeza y me puse a temblar como estúpida que soy.

Era Steven...

 Steven hablándome...

Y por supuesto que tenia que responder lo mas estúpido que se me vino a la cabeza.

- ¿Quien eres?

- Pues soy tu compañero para el trabajo de ingles - se rió

- ¿! Enserio¡?

- Si, enserio

El momento mas incomodo de mi vida se inicio en ese momento, cuando me quede mirándolo descaradamente sin poder decir nada.

- Katia, lo que pasa es que tengo que practicar para un partido de fútbol que tengo ahorita, crees que podridas hacer el trabajo sola, solo es por hoy. 

- Clarooo - se me salio un baba de un tamaño, que lo espante.

Me puse tan roja  que empece a reír como loca por todo el salón de clases.

No me importaba lo que pensaran de mi, era uno de los día mas felices de mi vida, Steven me había hablado.

Nada quitaría mi felicidad.

Error, si hubo algo que me quitaría esa felicidad. Mas bien convertiría esa felicidad en otra cosa que no tenia ni una pisca de relación a felicidad.

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A la mañana siguiente me arregle el pelo y me hice unos pequeños rulos en las puntas de mi cabello, me puse corrector y lápiz labial. Todo para verme bien para Steven.