Masterpiece || Lizkook

Masterpiece|| Capitulo 1

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~ Masterpiece ~
Capítulo 1.
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Jungkook entró a lo que iba a ser su habitación por un tiempo indefinido. Como el edificio, de dentro se podían ver las paredes pintadas de un color crema. La habitación era amplia, pero era lo justo para cuatro personas. Jungkook aún no conocía a sus compañeros de cuarto, tan sólo esperaba que llevarse con ellos fuera algo más o menos agradable. Según lo que sabía, no habían muchos becados, eso significaba que probablemente sería el chico pobre de su clase, ese que no podía pagar la alta cuota de casi cinco mil dólares que cobraba la escuela cada mes.

Vio sobre una de las pequeñas camas que habían en la habitación, su nombre. Era una cama pequeña, tan sólo tenía una pequeña mesita de noche y un armario grande que debían compartir. Jungkook suspiró adentrando sus maletas a la estancia, sentándose sobre la cama rebotando un par de veces con sus piernas para probar el colchón. Sin dudas no era lo mejor del mundo, pero era todo lo que podía necesitar.

Con la intención de desempacar, abrió su maleta. Quería darse una ducha caliente primero, pero las duchas eran compartidas y justo en ese momento no se le apetecía acercarse a la mujer que vigilaba las zonas de aseo ese día y recibir una mirada despectiva, había tenido el suficiente tiempo de bañarse en su hotel antes de venir ahí así que no era algo que le preocupase.

Despeinó su cabello al ver las lisas paredes. Tomó un poco de cinta de doble cara para pegar algunas imágenes y cosas representativas y que se viera menos frío todo y tomara un aire acogedor. Una foto de su hermano con su madre durante un campamento, su primera pintura, su primera medalla de primer lugar en un concurso de arte en Busan, y la foto donde estaba que había pasado con un primer lugar para las becas. Sonrió orgulloso y de rodearte sintió sus ojos arder por el cansancio.

Al despertar, no se encontraba solo en la habitación. Un chico con el cabello rubio casi blanco, estaba sentando en la cama siguiente a la suya, viendo algo en su teléfono. Jungkook lo miró con curiosidad unos segundos antes de que el fijara su mirada en el. Tenía los labios muy gruesos y una nariz fina, a Jungkook le resultó graciosa su expresión pero se mantuvo neutro.

— ¿Y tu que miras, bello durmiente? — Pregunto a Jungkook dejando su teléfono a un lado.

— ¿Bello durmiente? — Pregunto algo extrañado por la confianza con la que lo trataban — ¿Quien eres tú? No te conozco.

— Mira, no me había dado cuenta — Hablo sarcástico alzando las cejas — Soy Jimin. Que gusto por ti que tienes la suerte de tener un compañero de habitación tan guapo.

Jungkook rodó los ojos.

— Que humilde. — Le dio la espalda girandose.

— Que maleducado, darle la espalda a compañero de cuarto. ¿Que no piensas presentarte?

— Soy Jungkook — Dijo sin mirarlo y con un bostezo.

— Oh, el chico de la beca de pintura, ¿no? — Dijo Jimin en un intento por fastidiarlo.

Jungkook volvió a girar los ojos.

— Así es, ¿Algún problema con eso? — Dijo cambiando su tono de voz a uno más fuerte.

Jimin trago en seco.

— Cálmate, amiguito. Yo también vengo de ganar una beca — Admitió con una media sonrisa. Jungkook lo miro con una ceja alzada.

— ¿Enserio? Tienes toda la pinta de Ken de portada de revista — Dice para volver la vista a la pared.

— Tsk, con la elegancia y carisma naces, no depende de la cantidad de dinero que tengas — Chasqueo su lengua mientras pasaba una mano por su cabello.

— Y... ¿Que eres, Ken de revista? ¿Modelo? — Pregunto Jungkook y río al ver la cara de incredulidad de Jimin — Ah, no. Que los modelos hombre en promedio miden uno con ochenta y cinco.

Suelta una carcajada y Jimin lo fulmina con la mirada.

— No se porque presumes tanto, si más de uno ochenta no mides — Dice Jimin algo enojado.

— Ok, ok. Paremos ya con el buillyng. ¿Que es lo qué haces? — Pregunto Jungkook cambiando su tono de voz a uno más serio.

— Ballet clásico.

Arrugo la nariz pero termino asintiendo.

— Yo no tengo nada de experiencia en el baile, menos ballet. Algún día debería ir a verte ensayar.

— Ya, he oído que tus pinturas son buenas. — Asiente levemente y señala una de las fotos que había pegado en la pared, la de el concurso de pintura en Busan. — Supongo que está bien, siempre y cuando te encargues de mantener tu nivel.

Jungkook asiente. Habla animadamente con el más pequeño por unos minutos de temas poco relevantes, como los pesados horarios o la suerte que habían tenido de entrar a esa escuela. Pero se quedaron en silencio cuando la puerta se abrió, y pusieron toda su atención en el algo chico que acababa de entrar.

— No molesten — Tiene una voz grave, es alto y delgado. Además de tener unas facciones perfectas.

Que envidia. Pensó Jungkook mientras veía como él se lanzaba a la cama.

Jimin simplemente rodó los ojos. Su relación con Taehyung no era la mejor del mundo.

— ¡Hey! Pero miren quien ha venido, si es mi gran amigo Taehyung. — Dijo el con sarcasmo y Taehyung, con la cara enterrada en su almohada, gruñó.

— ¿Que estás sordo? No quiero escuchar tu aguda voz. Estoy cansado — Mordió su lengua para evitar soltar un par de insultos más hacia Jimin.

— Como si tu voz fuera muy agradable de escuchar — Murmuró Park, aunque muy en el fondo admitía que la voz gruesa de Taehyung era arte.

Y no, no era gay.

— Vaya, si se nota que aquí todos son súper maduros — Murmuró Jungkook, para sí mismo. A pesar de ello, tanto Taehyung como Jimin lo habían escuchado.

— Tu también silencio, cara de rata.

Jungkook puso una mano en su pecho al escuchar aquel 'apodo', con el que lo había llamado su nuevo compañero de cuarto. Soltó un bufido y rodó los ojos.

— Me voy de aquí — Dijo para después salir por la puerta de madera blanca.

Camino de nuevo por los pasillos, tomando algunas fotos de recuerdos. Fue hasta una máquina expendedora y después de ingresar el número del alimento que quería, lo saco de la máquina. Jungkook amaba el maní, lo podía comer a todas horas y Justo en ese instante lo estaba haciendo.

Continuó y como si su cuerpo lo controlara, de nuevo fue al área de baile. No sabía que hacía allí de nuevo, y se regañaba mentalmente por aquello. Camino entre los pasillos sigilosamente, se supone que nadie lo debía ver allí. Al escuchar música proveniente de los salones, recordó que esa misma noche tenían programado ir a ver a el grupo de Ballet clásico de su escuela para una presentación, y muchos bailarines preferían practicar hasta el último minuto.

Se acercó de nuevo a él aula 316. Allí había escuchado algo que no debía la última vez, y no había podido dejar de pensar en la señora Manoban gritándole a alguien, los sollozos de ese alguien. La curiosidad lo mataba y no pudo resistirse cuando vio la puerta semi abierta, es como si el destino quisiera que él viera la persona que bailaba en esa habitación.

Asomó su cabeza disimuladamente. Al principio no vio mucho, pero cuando se acercó más, en su campo de visión apareció una melena de color azabache. No podía ver el rostro de la chica pero se perdió en la forma en la que movía su cuerpo. Parecía delicada y débil sobre las puntas de los dedos de sus pies, moviéndose de forma tranquila y armoniosa. Las proporciones de su cuerpo eran perfectas, era delgada y tenía unas largas piernas cubiertas por unas medias de malla de color blanco. No tenía el traje típico y tan representativo de las bailarinas, solo un short y una camisa de tirantes. Aún así, a Jungkook le pareció una bella obra de arte.

Y de repente, Jungkook sintió ganas de ver esa presentación.