El sonido del corazón || Suga y tu

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•El avión 2.2•

Llevaba ya tres horas en el avión quedaba poco tiempo para llegar a San Francisco pero eso no me quitaba el dolor de piernas que tenía, ya había coloreado algunos dibujos de animalitos que traía el libro para niños que compré en un oxxo cercano a mi casa.

Tenía hambre pero esperaría hasta el aeropuerto se que estaría caro, pero mi hambre sería demasiado grande para entonces.

—Bueno chicos estamos aquí arriba del avión, no queda mucho para aterrizar en San Francisco pues estaremos haciendo una pequeña escala para después tomar un vuelo directo e ir a Corea —dije con emoción directo a la camara pequeña que traía

La idea de ir a vivir al otro lado del mundo no era nueva para mi, ya lo había pensado muchas veces antes, pero se sabe que vivir en otro lado no es barato y ese era un problema gigante para mi viniendo de una familia sí bien no pobre, clase media aunque muy trabajadora.
Ante ésta situación decidí buscar una manera de ganar dinero a temprana edad y ser YouTuber me vino como anillo al dedo ya que soy una persona que a menudo habla sola y siempre tiene un cerebro trabajando.
Al principio se me hizo algo difícil el hecho de hacer algo, porque era una de esas personas que nunca terminaba nada, pero en cuanto recibía un poco de atención por parte de los "fans" me daba energía así con un contenido medianamente bueno y original salimos adelante, ¿y la paga?, es...buena.

—Ahora mismo no hay mucho que hacer pero Miren esta vista—dije mientras acercaba la cámara a la ventana dejando ver por esta— tenía miedo al principio pero ya ha pasado, los tendré informados de lo que suceda..

Los minutos pasaron y era hora de de aterrizar, La azafata vino de vuelta y pidió que apagaramos nuestros aparatos, así que lo hice.
Después de unos minutos el avión comenzó a decender por la pista, porfin estaba en San Francisco.

Comenzamos a bajar del avión pues teníamos que cambiar al que nos llevaría hasta Corea del Sur, para mi suerte descubrí que solo estaríamos una hora en San Francisco por lo que no podría comer en el aeropuerto, tendría que comprar en el avión y sabía que eso sería algo caro

Según mi reloj de muñeca eran las 3:10 aunque no estaba segura de creerle ya que no sabía cual era la diferencia horaria y permanecería con el celular apagado hasta después de abordar y estar un tiempo en el aire, pasaron unos cuantos minutos pero aún había tiempo de comprar algo cerca de donde me encontraba así que busqué algún lugar y compré unas canelitas, un cuernito relleno de jamón y una botella de agua ya que era lo único que me dejarían subir.

Subí al segundo avión junto con mi maleta de mano y las otras si irían junto con todas las demás, después de un rato una nueva azafata se colocó frente a todos nosotros y comenzó a decir lo mismo que la anterior solo que ahora en inglés

—Good morning ladys and gen...

Aquella voz calmada estuvo hablando por un par de minutos, conecté mi celular para que se cargara y solo recosté mi asiento lo más que podía para cerrar los ojos un instnte.

[✈✈✈]

Las horas pasaron, al parecer no fue solo "un instante o minutos" fueron alrededor de seis horas más o menos.
Todos estaban dormidos, Yo sabía que los horarios en los aviones eran raros pero según México eran las nueve y media apenas, decidí prender mi celular ya que no lo había hecho y me puse a revisar y ver videos.

Realmente perdí la noción del tiempo pero cuando menos me lo esperé ya teníamos que aterrizar así que apagué mi celular nuevamente

—Dios que fastidio -Escuche decir a una señora de unos 30 años aproximadamente y si que lo era.

Por fin llegó el momento, estaba fuera del avión oficialmente en un lugar en el que no conocía nada ni a nadie, era yo contra el mundo en ese preciso intante.

Tenía la dirección de el apartamento y la cosa era así, La universidad podía darme un cuarto pequeño junto con otra persona que fuera a la misma universidad o podría ayudarme con la parte de un alquiler, elegí la segunda porque realmente no quería estar tanto tiempo con una persona, tenía que grabar, hacer ejercicio: Estaba en uno de los lugares donde la apariencia es una de las cosas más importantes, no podría hacer ejercicio con alguien viendome y la idea de ir a un gym no me agradaba; vivir y otras cientos de cosas más para ser precisa, no me sentiría agusto de eso.

Fui a recoger mis maletas y a cambiar un poco de dinero por el local, después salí del aeropuerto con tranquilidad miré el cielo, estaba obscuro pero no era negro total debido a las muchas luces que lo iluminaban a tope, el clima era fresco

La calle estaba completamente limpia y todo estaba muy bien cuidado, un cambio grande para mi vida estaba por empezar y ni hablar de la universidad ya que entraría pronto.

Busqué un taxi con la mirada y en un segundo apareció uno,subí mis ma letras junto conmigo a el y le di la dirección de el que sería mi departamento al chófer.
El era un hombre mayor de unos 40-43 de una tez morena clara de cabello negro a juego con sus ojos, el señor me hizo platica con un inglés básico pero muy entendible me advirtió que corea es una ciudad donde la vida ocurre rápido y que no me sintiera triste si la gente parecía grosera por no hablar o no saludar como yo estaba acostumbrada, aunque eso ya lo sabía apreciaba el gesto de todo corazón.

Después de unos 20 ó 27 minutos llegamos al lugar le entregué al chófer la paga de el recorrido que había dado un total de 6000koreanWongs que era un quivalente a 5,32$ y bajé del taxi, el señor me ayudó a bajar mis maletas.

El edificio era uno no muy vistoso por fuera, pero era lindo. Entré a el recibidor con mis tres maletas, fui directo a preguntar y dar mis datos. Todo estaba en onden, Despues de eso tomé el elevador ayudada de el botones, el era un chico alto, delgado y con una cintura pequeña aue realmente rodos envidiarían, realmente guapo.

Llegamos al piso indicado: era el número tres, el chico me llevó directo a mi habitación.

"Ésta es su habitación, número nueve piso tres, realmente esperamos sea de su grado y le deseamos una bienvenida llena de gratitud"

Me entregó la tarjeta correspondiente.
Entramos, di un vistaso rapido al lugar, era muy lindo. El dejó las maletas y hamablemente se despidió dejandome saber que estaría atento por di necesitaba de sus servicios, agradecí y el se retiró con una sonrisa en el rostro cerrando la puerta detras de el.

Voltee mi rostro para ver el departamento: porque no era una habitación. Estaba tan limpia y arreglada que traía consigo una aura de tranquilidad.

"Ahora este es mi hogar".

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He vuelto jiji
@Kenitax_yo