Al día siguiente en la hora del almuerzo, Dazai, Chuuya y Atsushi estaban comiendo juntos. Había tensión, los mayores miraban mal a Atsushi
—¿Por qué me miran así?
—Por tu culpa Akutagawa no vino
—No es mí culpa
—¡Claro que si! Eras lo más importante que él tenía
—Lo más importante siempre es la familia
—¿Alguna vez has visto a la familia de Akutagawa?
—No
—¿Has visto quienes la conforman?
—No
—Entonces no eres nadie para hablar
Dijo furioso Chuuya levantándose y yéndose
—Dazai-san, ¿Por qué él se enoja tanto conmigo?... sólo quiero ser feliz y tener una relación normal con alguien normal
—No sé nada con certeza, pero sé que Akutagawa tuvo un pasado duro, aunque no sé los detalles, Chuuya sabe más, pero no me a querido decir.. y si no me a dicho algo a mí, a su novio de seis años, es porque es algo importante o grave. Te dejo Atsushi-kun, iré a ver a Chuuya
Dazai agarró sus cosas y se fue cantarín a buscar a su novio
Atsushi sólo suspiro estresando terminando de comer..terminó con Akutagawa, pero, ¿Esa es suficiente razón para alejarse de él? Nada dice que los ex no pueden ser amigos
[ × × × ]
Akutagawa no había ido a la escuela, ¿Razón? Se había enfermado, no sabe cómo se enferma en pleno otoño, pero no en invierno. Su hermana no estaba en casa y no tenía medicamentos o ingredientes para hacer un caldo de pollo, maldecía su salud, no entendía como siempre se agripaba de un día para el otro, además ni hablar de su asma. Suspiro resignado, se vistió con lo primero que encontró, agarró su billetera y se fue de casa en dirección a la farmacia. Al llegar puso varias cosas en el minicarrito y se acercó a pagar
—Uh, ¿Gripe?
Pregunto el cajero, un chico alto, músculoso, de piel un tanto morena, ojos amarillos, y cabello negro con mechas rojas
—Si
—¿Sabes? Conozco una forma mejor que la habitual para hacer un caldo de pollo, es más efectivo y no dan náuseas a la hora de comerlo
—..¿De verdad?
—Si, ¿Quieres que te dé la receta?
—No soy bueno cocinando
—Tal vez pueda hacerlo para ti y enseñarte
—…………
—Perdón, no quise faltarte el respeto
—N..no lo hiciste, e..es que...
—Entiendo si te incomode
—No lo has hecho..bien, me... Me agradaría que vayas a mí casa, pero.. está muy desordenado
Susurró un tanto apenado el menor
—No importa, no creo que sea peor que mí habitación
Akutagawa no pudo evitar soltar una leve carcajada, las que no estaba acostumbrado a dar, menos a un extraño
—Mi turno ya terminó, me iré a cambiar, espera aquí
Dicho eso el chico se fue corriendo a un armario del lugar, Akutagawa sonrió tomando la bolsa y por accidente se quedó mirando en un espejo que había ahí
—..¿Por qué sonrió?
Susurró volviendo a su semblante serio. Diez minutos después el chico salió del armario y ambos se fueron de compras al supermercado
—Yo pagaré
—No, yo lo haré
—Yo quiero pagar
—La sopa es para mí, yo voy a pagar
—Déjame pagar, por favor lindo
Susurró acariciando la mejilla del menor y pasando su flequillo por detrás de la oreja
—¿Li..lindo?
—Si, ¿Acaso nadie te a dicho que eres lindo?
—Pues..alguien me lo había dicho antes, pero....
—¿Esa persona murió?
—No, solo..se dio cuenta que no valgo la pena
—No digas eso, todos valen la pena
Susurró el moreno tomando las manos de Akutagawa y besandolas
—Aparecerán nuevas personas..que valgan la pena en verdad...ahora..¿Me dejas pagar?
—Si..te dejo pagar