Without You

Prologo

Hinata 

Mi padre hace poco llego de Estados Unidos. El trabaja como un exitoso empresario con tratos dificiles y trajes caros, pero pocas veces puede  vernos, llego hace unos días atras.  Mi madre estuvo muy feliz de verlo nuevamente y mi hermana al verlo salto a sus brazos, aunque yo tambien lo hice. Estabamos hablando en la mesa  mientras cenabamos. 

--Shouyo, escuche que eres bueno jugando volley, tu madre me ha dicho que te encanta.--Dijo mi padre.

--¡Si! ¡Lo amo!--Dije emocionado.

--El realmente se esfuerza por mejorar cada dia.--Dijo mi madre.

--¿Sabes que? Tengo un amigo que trabaja entrenando a profesionales en el deporte, de seguro conoce a algun entrenador para que puedas practicar, asi podrias estar con tu padre, ¿Que te parece?--Propuso mi Papa.

--¿...Q-que?-Balbucie.-- Es una broma, ¿no?--Susurre.

--¿Shouyo?--Dijo mi hermanita.

--¡Es increible! ¡Eres el mejor, Papa!--Grite mientras levantaba mis brazos del asombro.

--Me alegra que te agrade la idea, hijo.--Dijo mi Madre sonriendo.

--¡Tengo que decircelo a Kageyama ahora!--Dije mientras me paraba de la silla para ir a mi habitación y me cambia de camisa, hacia calor asi que no lleve ningun poleron. 

--¡Shouyo, aun no te terminas tu cena!--Grito mi Mama

--Dejalo cariño,esta muy emocionado, aparte ya lo conoces, nada le impedira ir a decirle a su novio.--Le dijo mi Padre a mi Madre.

Ella dio un suspiro y negando la cabeza con una sonrisa me vio enternecida.

--!Ya me voy¡--Grite.--!Adios Mama, adios Papa¡

--¡Ten cuidado hijo!--Dijieron ambos padres.

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Iba caminando hacia la casa de Tobio ya que era tanta la emocion que se me olvido mi bicicleta. Ya llevamos un año juntos, estoy tan feliz que quiero correr a sus brazos en este mismo momento. Ya iba llegando a su casa cuando noto algo raro. La puerta pricipal estaba semi-abierta y las luces de la casa estaban apagadas. Un horrible sentimiento me golpeo tan brutalmente que sin notarlo empeze a contener el aire 

¿Y si alguien esta robando?

¡¿Y si lastimaron a Kageyama?!

Ni si quiera pense cuando abri la puerta lentamente.  El silencio trataba de cubrir unos leves murmurros. Mi mente estaba revuelta, solo me movia por instinto. El sentimiento de angustia era tan fuerte que mis piernas temblaban por el miedo de que algo le pasara a mi novio.

Cada vez los murmuros se comvertian en algo más. Los sonidos venian de la habitación de Kageyama. Lo sabia por que muchas veces habia estado alli. Lo reconoceria como a mi propia casa, por eso cuando me acerque a la puerta pude distinguir bien lo que eran los estraños ruidos. Los colores se me subieron a la cara. Me congele mientras un escalofrio sacudio todo mi cuerpo

Gemidos.

No, no puede ser...

Mi  temblorosa mano se poso en la perilla de la puerta, mis ojos cerrados con fuerza negaban todas las claras señales, pero solo habia una forma de comprobarlo. Entonces con todo elcoraje y miedo abri rapidamente la puerta dando un portazo tan fuerte que un pequeño grito se escucho en la habitacion al mismo tiempo que mi mano precionaba el  interruptor de la luz. Mis ojos se abrieron de tal manera que dolio, pero ni siquiera le di importancia, el dolor que sentia mi pecho, como si estuviera comprimiendose fue lo peor. Aun no procesaba la imagen de Kageyama encima de Sugawara-san. Ambos me miran sorprendidos, veo miedo en los ojos de ambos. Me siento mareado, quiero vomitar, la sensacion de estar ahogandose estaba tan presente en mi que ni siquiera note cuando las lagrimas empezaron a bajar por mis mejillas.

--...T-to-- Ni siquiera puedo pronunciar su nombre. 

Amargo...

--Hinata...¡yo, puedo explicar-!-- Pero antes de que siguiera hablando yo ya estaba corriendo hacia la puerta principal.--¡HINATA!--Lo escuche gritar mi nombre, pero segui corriendo.

--Hinata boke.

--Siempre estare alli para ti.

--¿Eres idiota o que? Ya deberias saber que te adoro.

--¿Quieres ser mi novio?

--F-feliz aniversario...

--Eres unico para mi.

--Eres precioso.

--Te amo, idiota.

Los recuerdos de Kageyama golpeaban mi mente, y por más que yo lo pidiera  no paraban. Corria sin rumbo alguno. Cuando al fin pare a descansar note que estaba cerca de mi casa. Ellos no podian verme asi, estaba indefenso.

Asi que me quede apoyado en un arbol, llorando con mis piernas pegadas a mi pecho y mis manos envolviendolas.

Con mi corazón destruido.