Capítulo Único

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¿Y si hoy...? No. Esa posibilidad no puede existir. Hoy no. Estúpido Odd y sus estúpidas películas de terror. A ver, no es que me disgusten las películas de terror, pero sinceramente, esa no venía a cuento, y mucho menos un día como hoy. Pero bueno, Odd, como siempre, tan oportuno. De todas formas, nadie va a arruinarme el día. Y mucho menos la noche.

Comienzo a arreglarme para la fiesta. La necesito. Puede sonar raro, sobre todo viniendo de mí, pero así es. Últimamente, las cosas no están saliendo del todo bien y esta fiesta es la única forma de desconectar, aunque sea por un rato. Mientras me visto imagino un montón de posibles situaciones donde soy feliz. Pero al mirarme en el espejo todo cambió. Detrás de mi reflejo hay un espectro polimórfico. Sin embargo, cuando me giro, no hay nada. “Habrá sido mi imaginación”, pienso, y me pinto la cara por la temática de la fiesta. Habitualmente odio este tipo de cosas, pero hoy no me molesta. Es más, me ilusiona un poco. Tal vez esté creciendo...

Al fin llego al gimnasio donde hay una cola enorme para entrar

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Al fin llego al gimnasio donde hay una cola enorme para entrar. Se me están yendo las ganas pero trato de pensar que esto me va a animar, y es entonces cuando veo a los demás acercarse. Aún sigo mosca con Odd, pero eso no me hace descortés, así que saludo.

— ¡Venga ya! ¿Yo qué sabía que eso lo habías vivido?
— Cállate, Odd.— Respondí. No tengo muchas ganas de hablar.— Me voy a dar una vuelta.

Me alejo del grupo de nuevo. Como dice Jim, prefiero no hablar del tema. Pero un mal presentimiento me provoca un fuerte escalofrío, y cuando me giro hacia mis amigos sólo veo sangre. Mierda. Otra vez no. Me acerco corriendo y suelto un grito de horror desesperado antes de ir a buscar ayuda. Corro hacia el gimnasio siguiendo las súplicas de piedad de los alumnos, pero cuando entro por la puerta sólo veo sangre. Mucha sangre.

Me maldigo por haberme alejado del grupo, y voy hacia el edifico de la dirección

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Me maldigo por haberme alejado del grupo, y voy hacia el edifico de la dirección. Como sospechaba, también está lleno de sangre. Otra vez. Ha pasado otra vez.

Antes de llegar a Kadic, iba a un colegio normal y corriente

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Antes de llegar a Kadic, iba a un colegio normal y corriente. No pasaban cosas raras y la gente era muy simpática. Los profesores adoraban dar clases y a los alumnos nos encantaba aprender. Sin embargo, todo cambió un día como hoy. Esa tarde harían la fiesta de Halloween y yo tenía mucha ilusión, ya que sería mi primera fiesta. Pero cuando llegué al gimnasio sólo vi sangre. Un alumno había aprovechado esa fiesta para generar una masacre hacia todo lo que se moviese. Ninguno de mis amigos sobrevivió. Los pocos profesores que quedaron con vida no pudieron volver a dar clases. Incluso, hubo alguno que se suicidó  así que, finalmente, cerraron el colegio.

Y sí, el alumno desapareció después de verme la cara.

Pero actualmente sigo corriendo, esta vez hacia el edificio de ciencias

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Pero actualmente sigo corriendo, esta vez hacia el edificio de ciencias. Con suerte encontraré a la Señorita Hertz y podremos pedir ayuda. Al llegar, la veo y le grito que llame a la policía, pero cuando responden y da el aviso, su cabeza cae rodando delante de mí. Me desespero y trato de alejarme todo lo que puedo de ese loco malnacido que ha destruido de nuevo mi vida. Sus ojos son ira, desprecio, rabia, destrucción. Suplico que llegue la policía a tiempo, pero él sigue acercándose a mí con el cuchillo ensangrentado. Con la otra mano me lanza una silla que esquivo y rompe la ventana. Yo sigo retrocediendo y mis zapatillas pisan los cristales rotos. De golpe, corre hacia mí y yo, tratando de huir, caigo en la trampa. Acaba de tirarme por la ventana sin siquiera tocarme. Este es mi fin. Otra vez.

La policía no pudo detenerlo. Se suicidó después de terminar con la última persona que conocía lo sucedido.

FIN

Otra vez no - Código LyokoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora