Un Buen Comienzo.

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POV NARRADOR.

Después de un mes, tratando de adaptarse, al parecer las cosas estaban mejorando para Daniela y el pequeño Yeremi. A la morena le habían aprobado la solicitud de empleo en un prestigioso hotel, como maid. Y el menor había Sido aceptado en una escuela de la gran ciudad de Bogotá, no la tendría nada fácil. Entre ponerse al día y combatir contra la xenofobia, se pasaría un buen rato.
Pero los dos iban con su mejor actitud. Madre e hijo estarían dispuestos a todo por rehacer su vida, en Venezuela se quedó gran parte de su pasado, pero no su presente y mucho menos su futuro.

-¡Yere apresúrate! Llegarás tarde, y es tu primer día.- Daniela trataba de que su hijo diera la mejor impresión en su nueva escuela.


- Voy mami, solo cinco minutos más- Decía el pequeño, con su mejor puchero y voz adormilada.

- Ningún cinco minutos, ándele; no te vuelvo a mandar. En 10 te quiero en la cocina.- Una Calle tratando de poner orden, mientras corría a la cocina a voltear los huevos pericos del desayuno.

- Aquí estoy mami- Luego de unos eternos diez minutos, llegaba Yeremi a la cocina.

- ¿Todo en orden hijo?- Decía su madre volteando para poder verlo.

- Mmmm, sí... Solo que... Esto no se quiere... Apretar... ¡Me rindo!- Bufaba el menor, con su seño fruncido cuando su corbata de uniforme salió volando hacia el planchon.

- Calma mi amor, es solo que no la sabes ajustar, mira... Es muy fácil. Los pones en x, uno por arriba, el otro también, lo pasas por atrás, de nuevo por el frente, tú dedo aquí... Pasas por el frente y por ese hoyo metes el tirante más largo.- Su madre trataba de explicarle, aunque sabía que no entendería a la primera, todo era muy nuevo para él.- Siéntate mi amor, te serviré el desayuno.

- ¿Crees que la abuela esté bien mami?- Indagaba Yeremi.

- Debe estarlo hijo, sabes que los Calle...

-¡Podemos con todo!- Completaba el más chico a la frase de la morena, con una sonrisa en su rostro.

- Así es pequeño, ahora corre ¡Ve por tu mochila y lávate los dientes!- Decía Calle mientras fregaba lo que habían ensuciado.

POV CALLE.

- Vendré por ti en mi descanso del trabajo Yere, si sales solo un poco antes, me esperas unos minutos. No quiero que hables con extraños, solo quédate justo aquí... ¿Entendido?- Ví como rodaba sus ojitos y hacia una mueca de obviedad.

- Lo se madre, ve a trabajar, nos veremos más tarde. Te amo, que te vaya muy bien, ¡Adiós!- Con un beso en mi mejilla, se alejaba mi pequeño gran amor.

- También te amo... Que rápido crecen.- Murmuré para mí misma, pues mi hijo ya no estaba a la vista.

Emprendí camino al hotel, quedaba a unas cuantas calles de la escuela de mi hijo y me quedaban aún díez minutos. Todo en orden, llegaría a tiempo y empezaría mi jornada. Mi mente divagaba mientras caminaba a paso acelerado, aunque no iba tarde tenía que encontrar a Alejandra, mi mejor amiga y por lo grande del hotel Garzon's no creo que se me haga muy fácil, gracias a ella estoy aquí, pues conoce a Amador, el jefe del área de limpieza.

De un momento a otro, ya me encontraba en la entrada, llene mis pulmones de aire y entre, y con mi mirada divise el área de empleados de mi tipo, subí y para mí suerte allí estaba, mi gran amiga de infancia y la única con la que contaba en este momento.

- Pensé que me iba a secar buscándote en este lugar- Exclamé con todo y puchero incluído.

- Te estaba esperando idiota.- Sí, así es nuestra relación, muy amorosa.

- Ugh, ¿Estás de mal humor?- Exclamé por molestar.

- Nada de eso, ven aquí.- Dijo mientras se acercaba a mi con sus brazos abiertos. No dude en acercarme a ella y corresponderle.- Te extrañe mucho, mucho.

- Igual yo enana.-  Dije irónicamente, pues éramos del mismo tamaño.

- Bueno ya, escucha... Este es tu delantal, te asignaron de las habitaciones 120 a la 135. Quedan en el piso 9, tu labor es entrar, recojer la ropa sucia, cambiar fundas de las camas, y ordenar lo superficial sin prestar la mínima atención a los huéspedes en caso de que ellos te soliciten, ¿Entiendes?. Así se estén matando ahí dentro, tu solo haste la invisible. ¿Okey?

- ¡Entendido mi capitana!- Exclamé de forma divertida, entendí todo, espero y sea así de simple... Entrar, limpiar, ignorar y salir.

- Mueve esas nalgas entonces-  Me puse el delantal y salí  del área con mi carrito de ayuda.

Decidí empezar de la última a la primera, es decir de la 135 hacia abajo.

POV POCHE.

Me desperté por el molesto ruido de mi teléfono, no, no era la alarma... Era mi padre que no me podía dejar dormir en paz. Abrí mis ojos, los frotaba con una mano y con la otra agarré mi móvil.

- Quisiera saber ¿Dónde estás Poché? Se supone que estarías aquí a las siete , ¡A LAS SIETE! Serán las diez en veinte minutos.- Mi padre con su rutina diaria, tratando de hacerme entrar "En razón".

- Buenos días padre, también para tí. Lo sé, solo que el despertador no sonó, estaré allá en cuanto me arregle.- Respondí poniéndome de pie.

- ¿En cuanto te arregles? Más te vale que estés aquí en veinte minutos o te las verás conmigo. Ya es hora de que aprendas a ser responsable, los Garzón's nos caracterizamos por eso- Dijo con orgullo mi viejo.

- Ahí estaré papá.- Contesté ya aburrida.

Terminando esa frase, dí por culminada nuestra conversación, de inmediato corte la llamada. En cuanto tiraba el aparato en algún lugar, corría hacia la ducha para refrescarme y terminarme de despertar. Cuando salí, opte por un outfit un poco formal, un pantalón negro, camisa blanca de botones, un blazer negro y unos zapatos del mismo tono. Un poco de perfume, un rolex en mi muñeca y unas cuantas joyas extras.

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¡Hola! Si hay alguien ahí, quiero decirte que te quiero mucho. Dude durante meses si empezar a subir una historia sería buena idea.  No escribiré para que nadie les, si veo solo un voto. Empezaré a actualizar.

Atte: Mąryi bañándose para dormir.✨

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⏰ Última actualización: Nov 13, 2019 ⏰

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