I FOUND ME IN YOU

3: Me tenés a mi

Capítulo 3: Me tenés a mi

Cada vez llovía con más intensidad y me abrazó a mi misma ya que comencé a sentir un poco de frío.

–Creo que debería ir a mi casa–

–Dale, ¿querés que te acompañe? Acordate que íbamos a pasar la tarde juntos–

–Cierto, me había olvidado de eso– quito el pelo molesto de mi cara–¿Queres venir a mi casa?–

No sé de dónde saque eso, no es normal en mí pero no lo sentí raro.

–Dale vamos– le indico para dónde es, me agarra la mano y me lleva a paso apresurado.

–Nos vamos a caer si vas tan rápido– me asusto.

–No lo vamos a hacer, por eso te agarre–

–Creeme soy muy torpe y puedo tirarte– el río levemente e ignoro mi comentario– Hay que doblar ahí–

–Okey– se forma un silencio un tanto incómodo para mí, empiezo a arrepentirme un poco al invitarlo a mi casa pero ya es tarde.

Lo miro y el no se nota incómodo, sino ansioso.

–¿Siempre venís caminando sola hasta el instituto?

–Si, siempre lo hago pero escucho música y no es tan pesado–

–Yo no vivo tan lejos de tu casa por lo que veo–

–¿Por dónde vivís?

–Cerca– y giro mis ojos en respuesta–Otra vez cortaste mi juego–

–Lo hice– reconozco que ya estamos llegando y saco mis llaves–Es esa mi casa– ahora lo guío yo.

Entramos a mi casa y se escucha silenciosa, como siempre.

Me sacó mi mochila mojada y le pido la suya con un gesto, me la da.

–Voy a buscarte una toalla pero no sé si tenga ropa para darte–

–Me gustaría ver tu pieza– me confunde su pedido –Solo por curiosidad–

–Okey– me agarra la mano con un poco de timidez esperando a que lo guíe y voy directo a las escaleras.

–Linda casa–

–Gracias, casi siempre está tan vacía–no se de dónde salió eso...

–¿Y tu familia?–

–Vivo con mi mamá pero ella es cirujana, casi nunca está en casa– abro la puerta de mi cuarto–Llegamos–

–Tu cuarto no parece parte de tu casa, me gusta–

–Me encanta dibujar y pintar, algún día terminaré de pintar todo–

–Me encantaría ayudarte a terminarlo–

–A veces me sale la inspiración y pinto, me va gustando como queda– me dirijo a buscar ropa y toallas.

–Es genial–

–Gracias– le tiendo una toalla –Secate el pelo, voy a ver si tengo ropa para vos–

Tengo un estilo un tanto varonil así que puede que le vaya alguna prenda grande.

Encuentro una remera y un pantalón bastante holgado con los que me gustan estar en casa.

–No se si te queden, allá está el baño–

–Gracias–

Elijo un short y una remera negra, me cambio, salgo de la pieza y veo a un Chris sonriente.