La primera carta que le escribí a Jeongin, fue la que marcó todo en si.
Pero antes de que lean lo que le escribí, quiero que sepan como fue cuando me enamoré de él.
–
Estaba con mi amiga Hyeyon, hablando sobre grupos kpop, cosas así.
Pasó el tiempo del receso/recreo y fuimos hacia arriba, ahí se encontraba mi salón, estaba con ella subiendo las escaleras y todo normal con eso, subí y me quedé un rato en los barandales de a fuera de mi salón, solo estaba yo.
Mire hacia abajo y me encontré con un chico, estaba con demás chicos, pero yo solo me fijé en él, al parecer estaban sentados hablando normalmente, riéndose y cosas así.
– Pasa 1 mes de eso –
Otra vez estaba en los barandales, pero en compañía de Hyeyon, miré hacia un lado y lo ví, el chico que hablaba con sus amigos, era bastante lindo.
Él estaba a fuera de su salón que quedaba en tres salones del mío.
Le señale con el dedo a ese chico a mi amiga Hyeyon.
¿Lo conoces? –susurre para ella–
Mmm, ¿a ese chico? –señalo a uno de sus amigos–
No, el otro –lo volví a señalar, pero esta vez el voltió y hizo una sonrisa en su lindo rostro–
MIERDA –me tape en la espalda de mi amiga para que no pudiera verme–
Ushhh, ya te miro, ahora él me está saludando –dijo entre dientes–
VAMONOS VAMONOS VAMONOS –entre corriendo a mi salón y me senté en la primera silla que vi–.
En unos minutos más entro Hyeyon, yo le hice un interrogatorio.
Entonces, ¿Lo conoces? –dije sonriendo, ya más calmada–
Uhm, si, es Jeongin –murmuro mirándome–
¿JEONGIN? suena a el nombre del amor de mi vida –dije poniendo mis manos en la cara–
Jajaja, ajá como digas –solto unas leves carcajadas–
Sí bueno, sígueme contando de mi próximo novio –dije ampliando una grande sonrisa–
Ay, el amor, el amor –río–
Pues, no sé si lo sabías pero es mi vecino, según yo tiene 18, no estoy segura.–contesto–¿TÚ QUÉ? DIOS SANTO NO PUEDE SER TU VECINO, Y 18 AÑOS? ES UN BEBÉ AWWW –grité como toda una loca enamorada–
Shhh, si –afirmo sonriendo–
Y desde ese bello momento, sentí unas mariposas en mi estómago revoloteando.... No mentira, yo sentí un bombardeo a mi pobre corazón.
Se sentía bien.