Villana

Princesa oscura.

La noche era oscura, la luna nos había dejado solas, sujetaba mí mantita con todas mis fuerzas, no podía dormir, llevaba escuchando esos ruidos desde hace  mucho rato, la voces y risas no paraban era algo de todas las noches, no aguantaba más -"Vayamos dónde Nanita, ella nos dará leche y podremos dormir mejor, vayamos" Era ella de nuevo, una niña cómo yo, era mí amiga ,la única amiga que tenía, las demás niñas se reían de mí porque decían que estaba loca, me insultaban y me llamaban "turuleca" , me arme de valor y baje de mí cama y apresurada me coloqué mis pantuflas.
-"¡Llevemos una vela!".-Dijo ella con urgencia.
.- Papá y Mamá dijeron que era peligroso.- Le respondo totalmente convencida, Mejor vayamos rápido antes de qué...- Unos recuerdos borrosos vinieron a mí mente, pronto desaparecieron, Abrí la puerta de mí habitación evitando cualquier sonido para no alertar a las voces y risas, hace mucho había creído que podían ser mis papás pero siempre que le insistía con mí idea a mí Nana, ella insistía que eran cosas de mí imaginación que papá y mamá dormían en su habitación tranquilos, incluso cierta vez fuimos hasta su habitación a hurtadillas para que yo me convenciera de que esas voces no le pertenecían a nadie.-" Tengo miedo, esas voces siguen y me asustan, debimos traer una vela, no nos haremos daño con solo una vela , tonta,¿Y si un monstruo nos come?"-. Sus miedos no ayudaron a mí valentía y pronto mis piernecitas temblaban de nervios, pronto escuchamos unos pasos y unos gruñidos, que nos alertaron demasiado.-"¡ Un monstruo nos persigue!, ¡Tonta, tonta!, Te lo dije, yo no quiero morirme, ¡corre!".- Mis pequeñas manos comenzaron a tocar las paredes y mis piecitos comenzaron a andar en silencio y lo más rápido que podíamos, el monstruo nos iba a comer, me arrepentía tanto de no haber agarrado una vela, y unas lagrimitas amenazaron con salir de mis ojos .-" Uy no, ahora vas a llorar, no podemos llorar, ¡debemos de correr!, Niña tonta".- Podía sentir su tristeza tanto cómo la mía propia, de pronto los pasos se alejaron hacia el patio y el sonido del agua de la piscina nos tranquilizo, el monstruo siempre iba a la piscina y hay se quedaba muchas horas, estábamos a salvo, Las palmas de mis manos se alegraron tanto cómo yo de haber encontrado por fin la puerta de mí Nanita que siempre estaba abierta por órdenes de papás.
- Nanita, Nanita, despierta por favor, Nanita, dame un vaso de leche porqué no puedo dormir ni un poquito.- Los ojos chiquitos de mí Nana se abrieron y sus manos se peinaron para atrás ese cabello tan negro que ella tenía ,me dio una gran sonrisa y dijo.- ¿Mí niña, no prefieres un poco de té?.- La mire y pensé, ¿Té?,  Yo quería leche, Voltee a ver a Nanita y vi sus ojitos cansados.- Si, Nanita, té estaría perfecto, quiero un poco de té Nanita.- Se levantó con cansancio de la cama y fue a su mesita, y me indico que me sentará ,pronto tuve una taza de té tibio en mis manitas , le agradecí y me lo tome a toda prisa, cuando fui a darle su besito de buenas noches, me fijé que en su cajoncito tenía una vela .-"Llévala con nosotras,por si el monstruo quiere hacernos algo".- Esta vez le hice caso, no quería que el monstruo nos coma, escondí la vela entre mí pijama y cuando estuve apunto de irme , hice que la velita de la mesita de mí Nanita le invitara un poquito de fuego a la mía, Ya fuera de la habitación de mí Nanita quise a darle un besito a mí mamá, y me dirigí a su habitación con pasitos tranquilos sujetando la vela, cuando estaba apunto de llegar , escuché nuevamente aquellos pasos y aquellas risas, .-" Es el monstruo, seguro huele niñas para decorarlas".- Di un gritito involuntario y pronto los pasos se detuvieron, el sudor de mis manitas aumentaba con los segundos.- ¿Camila? .- ¡El monstruo sabía mí nombre!, Volteé y comenzé a correr con toda la velocidad que pude , pronto me hallaba en mí habitación, no obstante, no tenía la vela, se me había caído .-"Recuerda lo que dijo Susie, las velas se apagan solas, por favor yo no quiero volver a salir ".- Estaba de acuerdo con ella , decidimos olvidar la vela y volver a dormír entre nuestras mantitas , mañana sería un nuevo día y el monstruo nuevamente se abría ido.