08

1.3K 94 10
                                    

En una hermosa mañana de verano, los huevos que habían empollado la mamá Pata empezaban a romperse, uno a uno. Los patitos fueron saliendo poquito a poco, llenando de felicidad a los papás y a sus amigos. Estaban tan contentos que casi no se dieron cuenta de que un huevo, el más grande de todos, aún permanecía intacto.

Todos, incluso los patitos recién nacidos, concentraron su atención en el huevo para ver cuándo se rompería. Al cabo de algunos minutos, el huevo empezó a moverse. Pronto se pudo ver el pico, luego el cuerpo, y las patas del sonriente pato. Era el más grande, y para sorpresa de todos, muy distinto de los demás. Y como era diferente todos empezaron a llamarle el Patito Feo.

La mamá Pata, avergonzada por haber tenido un patito tan feo, le apartó con el ala mientras daba atención a los otros patitos. El patito feo empezó a darse cuenta de que allí no le querían. Y a medida que crecía, se quedaba aún más feo, y tenía que soportar las burlas de todos. Entonces, en la mañana siguiente, muy temprano, el patito decidió irse de la granja.

Un día, al pasar por un estanque, vio las aves más hermosas que jamás había visto. ¡Eran cisnes! Y eran elegantes, delicadas y se movían como verdaderas bailarinas, por el agua. El patito, aún acomplejado por la figura y la torpeza que tenía, se acercó a una de ellas y le preguntó si podía bañarse también en el estanque.

Y uno de los cisnes le contestó:

- Pues, ¡claro que sí! Eres uno de los nuestros.

Y le dijo el patito:

- ¿Cómo que soy uno de los vuestros? Yo soy feo y torpe, todo lo contrario de vosotros. Vosotros son elegantes y vuestras plumas brillan con los rayos del sol.

Y ellos le dijeron:

- Entonces, mira tu reflejo en el agua del estanque y verás cómo no te engañamos.

El patito se miró y lo que vio le dejó sin habla. ¡Había crecido y se había transformado en un precioso cisne! Y en este momento, él supo que jamás había sido feo. Él no era un pato sino un cisne. Y así, el nuevo cisne se unió a los demás y vivió feliz para siempre.

Cuando era pequeña Lalisa consideraba "El patito feo" como su cuento infantil favorito.

Y aunque su madre le cuestionaba su gusto obsesivo por aquella fabula, ella siempre le exigía que se lo leyera por las noches.

Ella consideraba la primera parte del libro como un retato de su propia vida, y esperaba con asias cada año, cada día y cada noche para que al fin esos regordetes cachetes y ese torpe rostro se convirtieran el algo mejor que los demás pudieran aceptar.

Soñaba con convertirse en un GRAN cisne, con las alas gigantes decoradas con plumas, que al igual que en el cuento, brillaran con los rayos del sol. Ella creía que solo así podría conseguir amigos.

Pero un día, durante su cumpleaños número 11, se miró al espejo y se dió cuenta de que realmente no había ningún cambio.

Y que por mucho que lo intentara, seguiría siendo el patito feo de la historia.

[...]

─ ¿Hablamos enserio? ¿El patito feo?

─ Antes de que te burles, lo tengo demasiado claro, fue una tontería.

Jungkook rodó los ojos y se alejó de ella de un tirón, a veces no sabía si a Lisa le faltaba una identidad propia o simplemente era demasiado estupida.

─ No me voy a burlar ─ Hasta ese entonces, y cuando escuchó aquellas palabras, sus ojos estaban agrandados de la sorpresa, fue tan inesperado que no supo que responder ─ Pero tengo que admitir que es un pensamiento completamente tonto.

Y luego la sorpresa dejó sus expresiones. La verdad, no sabía que esperaba de alguien como él.

─ Fue algo de una niña de nueve años.

─ Una niña de nueve años que superaba en matemáticas a los de sexto grado ─ suspiró y llevó su dedo índice a la frente descubierta de la chica ─ No quiero derrumbarte tu sueños infantiles de convertirte en un cisne o lo que sea. Pero no hace falta ser bonita para quererse a sí mismo o ser aceptado.

─ ¿ah?

─ Creo que eres lo suficientemente grande como para darte cuenta que el cuento está mal. El patito feo era ignorado por su mamá pata por ser diferente al resto, así que este escapó buscando a alguien que lo quisiera tal y como era, en cambio, tuvo que convertirse en un cisne para que el resto de ellos lo dejaran nadar en su mismo lago, según el autor, el cuento busca mostrarle valores a los niños para que quieran a los demás con sus defectos y virtudes. Pero nunca nadie se preguntó que hubiera pasado si el pato nunca se hubiera convertido en un cisne y seguiría siendo "el patito feo" que se mostró al principio del cuento.

─ Creo que le estás dando demasiadas vueltas a un cuento infantil.

─ Un cuento infantil que fue creado por un adulto ─ lalisa suspiró ante sus palabras queriendo fruncir el ceño ─ el punto aquí es que no es necesario convertirse en alguien fabuloso para tener tu propio amor propio ni tampoco para tener amigos. El autor por lo contrario a su supuesta enseñanza, lo que hizo fue dejar en claro que debes de ser como el resto para encajar y ser aceptado. Lo que debió de hacer desde un principio fue hacer que los cisnes aceptaran al pato tal y como era y sin tanta vuelta, no hacía falta tener elegancia ni tampoco tener alas gigantes con plumas resplandecientes para que fuera visto como alguien bueno, porque al fin y al cabo todos sus esfuerzos solo fueron reemplazados con la apariencia.

─ ¿Y que pretendes que haga?

─ No se, simplemente deberías dejar a un lado un cuento tan estúpido como ese y hacer algo por tu vida.

La frente de la chica se frunció levemente y musitó unas cuantas groserías por lo bajo, ¿Cual era el punto de escuchar todo un discurso como ese si al final terminaría sin una aclaración de sus palabras?

Por cierto, como podía ver algo como eso y no ser capaz de aprenderse la fecha en la que finalizó la segunda guerra mundial (?

─ ¿Deberíamos aprovechar tu momento de inteligencia momentánea y terminar el trabajo de historia?

La mirada de Jungkook volvió hacía ella antes de pararse en vista a la puerta y desaparecer en cuestión de segundos. Aquello era demasiado bueno para ser verdad.


     

𝐓𝐡𝐞 𝐧𝐞𝐫𝐝 | 𝐥𝐥𝐦• 𝐣𝐣𝐤      ╚ 𝐑𝐞𝐞𝐬𝐜𝐫𝐢𝐭𝐚 ╗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora