Hola hermosas,
Es la primera vez que publico aquí, pero este fic ya lo había publicado anteriormente en otro lado, llevo queriendo puplicar esto desde hace dos años pero nunca termino por acabarlo, y como el titulo lo dice esto era para san valentin, pero como soy un desastre de persona que soy no lo pude terminar, después me dije no hay problema lo subo para el día blanco pero hooo dios mis malditos ovarios pudieron más que yo.
Debo de admitir que talo vez no es algo usual, pero quería intentarlo. De antemano gracias por leer, las amo.
Kariya Masaki caminaba a pasos lentos y nerviosos por las calles que lo dirigían al instituto Raimon, dio un gran suspiro parándose alado de la entrada de aquella escuela, no recordaba cuantas veces había suspirado en ese día, apretó levemente la caja que tenía entre brazos, ¿Qué tan bajo había caído para hacer esas ridiculeces del 14? Se mordió levemente el labio inferior volteando su mirada hacia dentro del instituto buscando aquella cabellera rosada, sus mejillas se tornaron levemente rosadas cuando logro divisarlo sentado bajo un árbol intentando resolver algo en su cuaderno, sonrió con leve dulzura mientras lo miraba, pero no tardo en agitar su cabeza destrozando ese odiosa faceta suya, odiaba tanto a su superior, como se había atrevido a lograr sacar ese lado tan vergonzoso del menor, aun así su mirada seguía prensada al de ojos azules, abrazo con cierta delicadeza la caja de chocolates que le había ayudado a decorar su tutor Kazemaru, mientras seguía mirando como su superior se rascaba con frustración la cabeza, sintió un leve empujón por la espalda haciendo que este se volteara rápidamente ante su “agresor” mirando a su tutor de cabellera azulada.
-Anda Masaki!- Intentaba animar al menor quien solo fruncía levemente la entre ceja aun con aquel rubor en sus mejillas, giro su cabeza hacia donde estaba su superior, bajo levemente su mirada al observar como Shindou Takuto se acercaba al de hebras rosas, como se sentaba a su lado y le hablaba con una sonrisa, odiaba la sonrisa de Takuto, la odiaba mucho más que a la profesora de historia, odiaba la manera en la que Takuto podía tener a Ranmaru y el no, trono los dientes mientras se aferraba a la caja de chocolates que aun sostenía en manos…
-¿Masaki…?- Cuestiono el de ojos almendra notablemente preocupado por el menor, solo sintió como Kariya le estampaba en el pecho la caja de chocolates, los ojos del mayor se abrieron levemente y solo vio de reojo a kariya apretar los dientes.
-No puedo…- Fue lo único que musito Masaki mientras que le entregaba la caja a su tutor, tomando un gran bocado de aire y entro al instituto como cualquier otro apestoso día, paso de largo a la parejita feliz que tanto odiaba y se dirigía a su aula con aquel pésimo humor de mañana.
-Feliz día Kariya-kun- dijo el pequeño Hikaru extendiéndole una pequeña bolsita con unos 5 chocolates con envoltura de aluminio decorado, el menor le miraba con una sonrisa tan alegre que se contagiaba, Kariya solo soltó un no tan novedoso suspiro y sonrió levemente aceptando la pequeña bolsita.
-Gracias Hikaru- dijo sin más mirándola detenidamente, era solo un detalle, pero aun así tenia cierto toque de cariño.
-¡Ha! Tenma también tengo una para ti- Dijo el menor entregándole una al de cabello castaño y así fue entregándole casi a todo el salón.
Kariya se limitó a sacar un chocolate de la pequeña bolsita para desenvolverlo y llevárselo a la boca, este apestoso día iba para largo y él lo había empezado con el pie equivocado.
-Anda Kariya, ¿Por qué esa cara?-Cuestiono el menor de los Tsurugi, Kariya alzó la mirada con sus ya marcados rasgos de enojo, no tenía apetito de hablar de ello y mocho menos con el “amigo” de Tenma o eso decía el castaño, desvió la mirada molesto.
-Es por Kirino-sempai- Menciono el de hebras azules, el menor sintió como el mayor atino al azar en su problemática interna, se limitó a bufar dando a entender que exactamente ese era el conflicto.
