Alterando la realidad [Concluida]

Promesas

Después de la comida Nat comenzó a comportarse algo raro lo que la llevo a desaparecer parte de parte y de la noche, yo estaba en ropa interior sentada en la cama esperándola
—jamás pensé verte en paños menores.
Mi hermano me saco de mis pensamientos haciendo que lo viera con el ceño fruncido, se acerco levemente y luego toco una cicatriz debajo de mi costilla
—qué pasó?
—estoy bien fue cuando me enfrente a un extraterrestre intentando que un titán loco no borrara la mitad del universo
—bueno... deberías ponerte algo que te cubra
—Pietro no empiécese
—no comienzo nada, eres mi hermana y verte así es incómodo
—pues sal de aquí que Natasha no tarda en llegar y cuando llegue nosotras...
Justo antes de que dijera la palabra intimar mi hermano se alejo a su velocidad típica, seguido por la figura de Nat asomándose por el umbral de la puerta
—qué pasó con tu...? Oh ya veo porque
La vi sonreír de oreja a oreja mientras entraba para besarme y acariciaba mi piel expuesta, me dispuse a quitarle ropa dejándola en ropa interior como yo, sus labios pasaban por mi clavícula hasta llegar al inicio de mis pechos, sus dientes sujetan mi bra y con fuerza tira de él liberando mis pechos, hunde completamente su rostro en ellos creando que me arqueara; minutos después pude sentir como su mano acariciaba mi zona, ingresó de golpe tres dedos provocando que sacara jadeos mezclados con gritos

Su mano libre la colocó entre mi boca para callar mis jadeos ruidosos por lo que en menos de lo que creí ya me corria en su mano y ella sacaba sus dedos de mi interior, con mi clitoris todavía palpitando despojé a Nat de sus últimos trozos de tela para esta vez yo manipular su zona al igual que ella metí tres dedos los cuales comencé a mover  creando en ella los mismos sonidos que yo había soltado segundos atrás

Tuve que meter mi mano a su boca para suprimir sus gemidos hasta que la sentí correrse y aproveché para sacar la mano, nuestros cuerpos estaban perlados de sudor, nuestras respiraciones agitadas y por alguna razón volteamos a donde se encontraba nuestra puerta abierta, Cooper nos había visto y tenía una ereccion. Se fue corriendo para después ver a Nat —demonios Clint nos va a matar. Dicho eso se acosto sobre mi para meter la mano en su chaqueta y sacar una caja de terciopelo negro —es la primera vez que haré algo así y no se como actuar pero... Wanda Maximoff, serías mi esposa? Abrió la caja dejándome ver un anillo rojo escarlata, mi rostro era de un millón de sentimientos a reflejar —claro que quiero. Logré decir un rato después dejando que deslizara el anillo en mi dedo.