— ¡FELIZ CUMPLEAÑOS, PAPI BELLO! —dijo la caraja en su casa to'a emocionada besando la pantalla de su computadora porque ajá, está de cumpleaños el amor de su vida—.
En otra parte de Caracas, estaba un catire cepillándose los dientes pa' irse al colegio.
— ¡Marico, feliz cumpleaños! —llegó volando su kwami con un queso trozo de camenbert (obviamente importado porque esa vaina no se consigue aquí) envuelto en una cinta roja—.
— Coño pana, que ladilla contigo, anda a ve' si la gallina puso —lo echó el cumplañero tapándose la nariz—.
Volviendo con la otra, ella bajaba así muy sifrina las escaleras de su casa a pocos pasos de ir de una vez por todas al colegio.
— Ajá mi amor, pero despidete —dijo su mamá tomando un sorbo de su güayoyo— Y cuando vuelvas del liceo me limpias ese peretero que llamas cuarto.
— Mami pero hoy es viernes y cumple Adrien, entonces yo quería ir pa' su fiesta ¿No ves que esa gente es de rial? Segurito van a haber tequeños y salchichas bañadas en salsa rosada —contraatacó—.
— Tú no tienes cachifa y si quieres ir para esa verga me limpia el cuarto, y pa' que sea seria le voy a dar un coñazo cuando llegué —dejó por un momento su café para alcanzar un pote con el desayuno de su hija— Aquí está su arepa, se la come toda y se me va por la sombrita.
— 'Ta bien pué'.
Otra vez en la casa del chamo. Él se jartaba su arepa con chigüi (gente con biyuyo) mientras que Nathalie llegaba con su cara de culo al comedor de la casa.
— Papi ve, estas son las cosas que tienes que hacer hoy —le entregó una tablet después de que'l muy marginal se limpiara el chigüi con el pantalón—.
— ¿Mi papá que te dijo sobre mi fiesta?.
— No hay rial —abandona la sala—.
— Que broma, en esta vaina nunca hay rial.
[...]
— Marico, de pana que tu papá siempre corta la nota —habló soplando sus benditas burbujas el mejoro— ¿Ni si quiera una torta burrera? ¿Un ponque?.
— Nada chamo, no hay ni una locha.
— Que peo con ese mamagüebo...
A la vez que ellos discutían sobre hacerle pinga 'e fiesta al catire unas chamas chismosas escuchaban todo el cuento, la de jojos claros quería regalarle una vaina.
— Vergacion Marinette, vos tenés que pararte de esta verga e ir a echarle los perros al marico ese —espetó su amiga dándole “animos”—.
— ¿Y si no le gusta?.
— Marico, yo voy a tener que ir a hablar con el viejo tuyo porque eso de que no ponga ni un Lucas da arrechera mano.
— Pana, no gastes tu tiempo...
— ¡Yo puedo, nojoda!.
ESTÁS LEYENDO
Miraculous: Las Aventuras de Ladybug [VERSIÓN VENEZOLANA]
HumorCapítulos de Miraculous: Las Aventuras de Ladybug traducidas al venezolano. Si no eres de este hermoso país no importa, podrás aprender algunas de nuestras costumbres, lugares y palabras. ---------------------------------------------------------- •P...