Hazme Tocar Las Nubes [YOONMIN] [Oneshot]

único

las hermosas nubes siempre volando y realizando preciosas y perfectas coreografías de baile en el cielo, con el sol y el paisaje de espectadores, el aire helado de melodía y el azulado cielo como fondo teatral.

con un sinfín de tamaños, figuras y colores. Todas y cada una de ellas eran simplemente perfectas.

pero aveces la perfección tiene su lado malo, su lado oscuro. Pues aparte que brindar hermosas coreografías en el cielo cada una de las nubes también fueron creadas para cumplir con un deber algo loco e inimaginable que les dio Dios.
Ésta es la de escuchar y mantener secretos que los humanos les otorgan. secretos que solo las nubes ven desde los alto y guardan ya sean buenos o malos.
Desde asesinatos hasta mentiras...
Y es que las pobres al no poder soportar más la carga eliminan la culpa por medio de llantos desgarradores.

Pero no hablemos de la parte triste hablemos de lo Bellas que se ven junto al sol o cuando ésta se oculta, hablemos cuando están felices demostrándolas con lindas figuras instantáneas y con colores para así colorear la tierra.

Eran cerca de las 5:30 de la tarde y jimin adherido a la ventana no dejaba de ver las nubes blancas combinarse perfectamente con el azul del cielo. El cansancio lo derrotaba, sus pies estaban algo hinchadas y adoloridas pues se pasó la mayor parte del día adornado el futuro cuarto de su bebé, si yoongi se enterara se enojaría mucho con él aún así estaba orgulloso de su trabajo.

Pronto cumpliría 5 meses de embarazo y su pancita resaltaba hermosamente atrayendo caricias de cualquiera que lo viese...

Jimin instintivamente después de ver como las luces de las calles se prendían dejó salir un suspiro, en unas horas llegaría su amado así que que mejor que preparar café con leche, bebida que últimamente volvía loco a su esposo.

De pronto la puerta principal sonó, jimin creyó ferozmente que se trataba de yoongi, que su esposo había salido temprano, o que se trataba de una sorpresa, ¿y si era algún delincuente?

Se despegó de la ventana para luego levantarse lentamente del sofá donde yacían sus piernas adoloridas.

Salió del pequeño cuarto azulado tiritando un poco y a pasos ligeros con con el martillo que horas antes usó para la cuna entre sus brazos. Primero caminó hacia la entrada para darse con la sorpresa de que los zapatos de su esposo ya estaban en la entrada y dejó salir un pequeño suspiro de tranquilidad.

Bajó el martillo a un lado de los zapatos y se dirigió hacia el cuarto principal.

Intentó abrir la puerta del cuarto después de ver que el saco del mayor yacía en la sala muestra de que ningún delincuente por suerte se había colado en el departamento.
La puerta no abrió para sorpresa del omega y es que raramente alguno de los dos ponía seguro a las puertas.

— Toc toc ¿amor estás ahí? —. preguntó al tocar la puerta preocupado.

Volvió a tocar la puerta nuevamente, no hubo respuesta y un montón de ideas locas albergaron ferozmente su cabeza al instante. 
De cierto modo ya estaba cansado de ver a su esposo raro éstas últimas cuatro semanas, salía de casa al trabajo, llegaba tarde, lo ignoraba y no lo tocaba, pero ¿¡ y qué carajos hace acá tan temprano hoy!?

~¿Y si me esta engañando y trajo a su amante a la casa pensando que no estoy?~ Se dijo así mismo mientras se dirigía a buscar la llave de repuesto ignorando el dolor de sus pies y la picazón de entre sus pequeños ojos.

Sorbió de su naricita mientras se daba unos suaves golpes en la frente mientras levantaba la cabeza
~calma jimin, él no haría eso~.
Ya con la llave en su mano volvió al cuarto. Penetró el cerrojo con la llave, escuchó ciertos quejidos insonoros y la desesperación latió fuerte en el menor, dio vuelta a la llave temblorosa mente, ésta abrió y de pronto una oleada de feromonas alfa ingresaron por sus fosas nasales mareándolo rápidamente.