Tramas Wizard.

HALLOWEEN 2019.

⚠️: Esta trama menciona abuso, tanto de poder como sexual, al igual que violencia, femicidio, brutalidad policial, suicidio, crímenes de odio (específicamente con target gay) y... Creo que eso es todo. . No entra en detalles, pero está implícito, por favor leer con precaución. No exageramos porque la trama sea TAN intensa, sino porque entendemos lo que puede gatillar la simple mención de algo específico en la mente de alguien que pasó por un trauma. ⚠️

« Casona residencial, Hogsmeade. 27 de Octubre, 1993.»

El aire estaba cargado con el dulce aroma a regaliz y manzanas caramelizadas, nuestro protagonista caminaba dando largas zancadas por  la habitación, que para sus largas piernas no eran más que pasos regulares.

Esperaba algo, había planeado por años este Halloween tan especial. ¿Pero qué tenía de especial?
Ah, un mago muy poderoso en su época le había dado la formula que él tanto estaba buscando y que podría responder a su inquietud máxima.

¿Cómo poder lograr que todos a su alrededor 𝑠𝑖𝑛𝑡𝑖𝑒𝑟𝑎 Halloween de la forma en que él lo hacía?

Esa fuente de miedo exquisita que llenaba sus pulmones de aire para luego exhalar en un grito agónico de terror.

Era fantástico.

Y necesitaba mostrárselo al mundo.

❝ Jaaaaackieeee... ❞

La voz risueña y casi chirriante de uno de los niños que trajo consigo le hizo perder el hilo de sus pensamientos , al voltearse, no se preocupó cuando sus cuencas se dirigieron a los niños. Lock, Shock y Barrel, le miraban sin sus mascaras con sonrisas macabras y amplias de forma antinatural.

❝ ¡Ah, Diablillos! Les he dicho que no me molesten a menos de que todo esté listo. Con razón Oogie Boogie los tenía casi en una correa, son unos demonios ustedes tres...❞

❝ ¡Pero, Jack! Tenemos todo listo, la poción del viejo brujo loco ha servido. Funciona, ¡Funcionaaaaa! ❞

La expresión del hombre esqueleto cambió a una sonrisa maravillada, dejando escapar un gran "JÁ" mientras abría las ventanas de par en par, inspirando el aroma de la poción evaporada que se expandía por todo el pueblo mágico. Los gritos de las personas llegaban a sus oídos y la adrenalina comenzaba a sentirse en el aire.

❝ Ahora, Diablillos... Es tiempo de salir a 𝑗𝑢𝑔𝑎𝑟.❞

La voz ronca y oscura que el esqueleto usó para decir la última palabra fue suficiente para que los tres niños de Oogie soltaran risitas agudas y maquiavélicas. Antes de saltar uno a uno por la ventana hacia la calle principal de Hogsmeade, inmediatamente uniéndose al caos colectivo.

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« Calle principal, Hogsmeade. »

Pandemónium.
¿Había una mejor palabra para ello?

Las calles inundadas por un gas extraño y verdoso fue el comienzo de lo que sería un día terrorífico en la historia del mundo mágico. Nadie parecía ser inmune a las visiones y alucinaciones provocadas al inhalar el aire tóxico que se alzaba por las tiendas, las casas, las personas...

Esto no eran boggarts, no se iban con un simple hechizo, no eran hombres lobo ni vampiros. Eran horrores que la comunidad mágica solía pasar por alto; eran armas, era sangre, era el odio de un humano a otro como si fuera una guerra personal y tuvieran que arreglarlo a patadas, pero no era uno contra otro, eran cinco pateándote en el suelo a ti.
Eran gritos de mujeres abusadas por sus parejas, gritos que fueron silenciados por la muerte en la mano de los hombres que no supieron respetar sus ruegos.
Eran personas asesinadas a sangre fría por un tipo de discriminación que el mundo mágico no conocía, por algo que estaba en su piel, no en su sangre.
Eran fuerzas armadas haciendo una linea de fusilamiento mientras le daban las escopetas a los cadetes más jóvenes, riendo de su inocencia y arrebatándoles la humanidad con una sola bala.
Eran dos hombres apaleados a muerte solo por haberse besado en público.
Eran horrores reales, horrores que no podían pasar desapercibidos por más tiempo.
Todos corrían de un lado al otro gritando, chocando entre ellos, escondiendo sus rostros entre sus rodillas como niños pequeños ante su peor pesadilla.

Nadie seguía en pie, nadie mantenía la calma.
                  Nadie... Excepto uno.

La figura de Jack Skellington era más alta que un mago normal, su vestimenta elegante y fúnebre destacaba entre los disfraces y túnicas que el resto de las personas poseía.
El protagonista, caminaba con la frente en alto, sonriendo ante el caos que había provocado.

❝ Queridísimos compañeros de la comunidad mágica, Bienvenidos... a su nuevo mundo, por mucho tiempo han estado ciegos, creyendo que lo peor que les puede pasar es una muerte rápida por una maldición imperdonable, pero el mundo que tanto ignoran, viene a mostrarles la realidad... ❞

Su voz solemne y culta resonaba entre las personas mientras los críos de Oogie Boogie juntaban dinamita e instrumentos para prender fuego detrás del esqueleto. Y la gente que no estaba tan ensimismada en sus propias alucinaciones de cadaveres sin vida, miraba la figura esquelética con el miedo plasmado en sus rostros.

❝ No peleen contra esa sensación. El miedo real no está en la ficción, no está en un aula de clases, está en sus mentes y está en el mundo. Ahora pueden verlo... Violencia sexual, abuso de poder, ah... La maravilla de abrir los ojos y sentir este miedo, los hombres no entienden a las mujeres que salen con terror de no saber si volverán a casa. Y las mujeres no entienden el peso que soportan los hombres por no poder mostrarse fragiles, el peso siempre lleva a la muerte, ¿Escuchan...? Esa agonía en vida es la llamada al suicidio, música de las criptas invitándose a saltar. ❞

Para entonces, Shock, Lock y Barrel ya estaban adentrándose a la casona en la que Jack se escondía con anterioridad, pero él estaba demasiado ocupado con su discurso de ensueño.

❝ Esto, es para todos ustedes. Sientan el terror de lo desconocido, de lo que no pueden entender, de las figuras en la oscuridad y las maravillosas traumas infantiles. Aliméntense de ello mientras puedan, porque este es su futuro. Bienvenidos, Bienvenidos...❞

Sus palabras fueron adornadas por los gritos de una joven mujer a sus pies mientras los diablillos escapaban de la casona, la cual ya comenzaba a mostrar señales de incendios.

La imagen era hipnotizadora y Jack se sentía realmente como un rey estrenando su nuevo reino de caos y lágrimas, entre rostros que no entendían porqué veían tales atrocidades y no podían parar. Mantenía una pose elegante y una sonrisa vacía con ojos inexistentes que aún así observaban orgullosos el resultado de la poción que logró crear con la ayuda de cierto mago tenebroso.

❝ Bienvenidos... A la era del despertar de los miedos. ❞