Estoy muy nerviosa, hoy es el último día de instituto, y ya puedo oler el rico bizcocho que está esperando ser devorado por mi boca con tanta ansia en la cocina, sí, mi madre trabaja en un restaurante, por lo tanto, sabe hacer unos bizcochos riquísimos.
Mientras bajo rápidamente por las escaleras de mi casa para poder desayunar, pienso en que son las ocho de la mañana de un viernes, y que en menos de ocho horas ya podre saber si mi esfuerzo de cuatro años, estando en uno de los mejores institutos del condado, ha merecido la pena. Mi madre está gritando mi nombre desde el garaje, y no se por que.
Mientras estoy saboreando un trozo del bizcocho de limón, que por cierto, es mi sabor favorito, mi madre seguia llamandome desde el garaje asi que rapidamente fui a donde estaba ella. Cuando abro la puerta y veo que mi madre ya está metida en el coche con la puerta del garaje abierta me doy cuenta de que quedan solo cinco minutos para que toque el timbre del instituto. En menos de un minuto voy corriendo escaleras arriba a por mi mochila rasgada de todo el año y bajo corriendo llegando a montarme en el coche.
Llegando ya al instituto me doy cuenta de que está lloviendo y me acabo metiendo corriendo por las grandes puertas que tiene el instituto. Y hay estaba mi grupo de amigas, las cuales son fieles a mi y me estaban esperando, al principio del gran pasillo del instituto, en el cual todos los chavales y chavalas del instituto salimos entre clase y clase para tomarnos un descanso de aproximadamente cinco minutos.
A primera hora tengo Frances y tengo que admitir que los idiomas se me dan bastante bien, por lo tanto, suelo sacar mejores notas de las que siempre me espero.
Después de que hayan pasado las tres primeras horas de instituto, hoy como es el ultimo dia, recuerdo, que los profesores habían preparado juegos y demas para que hoy no se nos hiciera tan pesado, pero en verdad, es todo lo contrario, o al menos para mí, estaba de que me dieran eso, que podría cambiar mi verano de bien a mejor.
Estaba cogiendome un cacho de tortilla la cual vendían unos amigos míos, cuando Kara, mi mejor amiga viene corriendo hacia mis brazos, pero estaba equivocada, venía gritando diciendo que el director del instituto quería verme, estaba gritando internamente, no podía creer que llegaría este momento.
Cuando el director me pide asiento, yo estaba histérica, ¿sería que si?, ¿sería que no?, no lo sabía, por lo tanto solo hice lo que el me pidio, que era sentarme en esas sillas aterciopeladas de color verde botella. Mientras él rebuscaba algo en los cajones de su escritorio no podía parar de contemplar la de fotos y diplomas que tenía colgados en las paredes que tenía a sus costados del despacho. Por un momento me llama la atención un sobre, que acababa de ponerlo él mismo encima de su escritorio. Me dijo que lo tenia, que tenía eso que tanto ansiaba y por lo que tanto tiempo había trabajado, una beca para poder estudiar francés en París.
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Entre ella y yo
RomanceCuando por fin me dan la beca que tanto ansiaba y que tanto esperaba para poder estudiar un verano entero francés en la ciudad del amor, París. Por primera vez me encuentro a mi misma y me acabo sintiendo como realmente soy, gracias a Bea, mi nueva...