Специальный «One-shot - CCCP × Third Reich»⅔

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Agarró al Nazi de su gabardina fuertemente y lo miró fijamente. Con una mirada seria, fría y asesina, el soviético se limitó a decirle sólo una palabra al Nazi, esperando por una respuesta; el Nazi tenía angustia de responder algo mal.

— No vuelvas a intentar matarme, sabes que no lo lograrás —habló el soviético, con su característico tono frío, que le helaría la sangre a cualquiera, pero Third Reich no era cualquiera.

— ¿Crees que una guerra es un juego, Reich? —un gruñido amenazó con escapar de su garganta, la ira le picaba en el pecho y sus manos quemaban por querer dañar al alemán, ya había aguantado demasiadas estupideces— ¡¿Crees que puedes hacer un jodido tratado y luego tirarlo a la basura como cualquier cosa, maldito bastardo?! ¿EH? —lo soltó.

Era invierno, Reich ya no aguantaba mucho. Sacó su arma y el soviético hizo lo mismo.

Apuntó a su cabeza; CCCP bajó la guardia ¿Qué hace?

No le importó y volvió a apuntar al Nazi— ¿Qué haces? —gritó al alemán.

— Si. —iba a jalar el gatillo pero rápidamente CCCP le disparó en el hombro, impulsando que cayera hacia atrás, se golpeará la cabeza contra un tronco y quedará inconsciente.

No iba a durar mucho, pues, se estaba desangrando.

— ¡Papá! —escuchó que alguien venía corriendo.

Volteó, era el pequeño hijo de Reich, corriendo hacia su padre, con lágrimas bajando por sus mejillas.

— ¿Qué hiciste? ¡Mataste a mi padre! —chilló el pequeño, desesperado moviendo el cuerpo de su padre.

CCCP se dio cuenta de lo que hizo— ¡ERES UN MONSTRUO!

¡MONSTRUO!

Se despertó sudando; la cama estaba vacía, a excepción de él.

Escuchó una voz.

Voy o estoy saliendo —por voz del Nazi, con el tono, recordaba, que sólo utilizaba con él, ese tono de voz tierno que le pertenecía.

Bajó rápido y sólo era la contestadora.

Observó la puerta trasera ¡Estaba abierta!

Corrió hacia ésta; iba a gritar o empezar a llorar. Hasta que, por el rabillo de su ojo, captó movimiento.

Volteó y observó al Nazi arreglando, de cuclillas, el jardín, con una hermosa sonrisa.

Fue hacia él corriendo y lo abrazó por la espalda; Third Reich se sorprendió, pero volvió su sonrisa cuando sintió como CCCP se acariciaba así mismo con su espalda.

— Re-Reich —el alemán rió.

— ¿Ya no estás enojado? —CCCP lo volteó y empezó a repartir besos mientras el Nazi reía.

— A-amor —reía— ¿Qué pasa?

CCCP recostó al Nazi en el pasto y se agachó un poco.

(⚠Warning: Contenido +18, si eres sensible o te da asco leer lemmon, salta esta parte ⚠)

Se acercó al cuello del alemán y susurró— No vuelvas a irte, no me dejes otra vez —empezó a lamer su cuello.

Third Reich cambió de cara para proceder a jadear— URSS; agh, aquí n-no —CCCP mordió el cuello del Nazi y continuó desabrochando la camisa del alemán— . N-no ¡PARA! —medio empujó al comunista para que se detenga— No sé qué pasa, pero no se te ocurra hacer eso de nuevo... N-no afuera —se sonrojó un poco al decir esto.

— ¿Puedo... Puedo tocarte, cariño? —Nazi extendió sus brazos y enrolló sus piernas alrededor de la cintura del soviético, dando a entender que le daba permiso. El soviético lo alzó y lo cargó hasta la habitación que compartían mientras repartía besos en el pecho y cuello de Third.

Cerró la puerta tras sí para proceder a dejar en la cama al Nazi.

Quitó la camisa del alemán y bajó su sudadera. Empezó a lamer, encima del boxer, para que el Nazi agarrara calor.

Ya, estaba excitado— N-ngh, URSS —gimió por bajo.

El comunista bajó los boxers del Nazi y dejó en vista libre el miembro erecto del alemán. De su boca escapó un pequeño gemido al sentir como el soviético empezaba a lamer y chupar su miembro.

Duró unos segundos más hasta que paró y el Nazi se vio confundido. Iba a alzar la mirada pero entonces sintió como CCCP metía su miembro bruscamente para dar un gran gemido de dolor.

No era la primera vez, pero, la verdad, era muy grande; además, fue muy brusco.

Daba estocadas fuertes, mientras el Nazi se agarraba de las sabanas, gemía y sacaba algunas lágrimas.

La habitación estaba llena de calor, gemidos y gruñidos, adicionando, el sonido del choque de pieles.

Hasta que por fin los dos se corrieron.

(⚠ Fin del Warning ⚠)

CCCP se acostó al lado de su esposo y le dio un beso en la mejilla a la vez que Nazi los cubría con las mantas.

— Eres un brusco —rió mientras se protegía en el pecho del soviético.

— Perdón —los dos se dedicaron a descansar; después de todo, nunca lo iba a dejar.

Enserio, we, no sé escribir lemmon •3•

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𝑨𝒏𝒐𝒓𝒆𝒙𝒚 || 𝑫𝒂𝒕𝒐𝒔 𝒚 𝒅𝒆𝒎á𝒔.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora