¿LA NERD ES UNA ESPÍA? #LNE1

Cap.10

Sigue narrando Lucy

No quería volver a entrenar a gente que cree que serán muy buenos espías y que no sé qué, para que al final ni siquiera aguanten los entrenamientos, porque si no aguantan los entrenamientos menos que aguanten una misión.

Y después de todo mi berrinche por fin hablo el tío Clark.

Tío Clark:No te preocupes Lu, empezará a entrenarlos dentro de tres semanas-me dijo y yo me calme un poco, al menos no empezaré mañana y tendré que soportar sus quejar y berrinches- y tú y tus hermanos los entrenaran, así que no te preocupes, también tus hermanos sufrirán contigo-me dijo en tono burlón y yo solo pude asentir con la cabeza un poco enfadada-

Lu:Bueno, al menos no seré la única que sufrirá todo eso-dije con una sonrisa de medio lado al imaginar a mis hermanos tratando de entrenar a los nuevos, ya que no eran las personas más pacientes del mundo y yo solo les tenía paciencia porque si no el tío Clark se las agarraba contra mí-bueno, solo quería matar tiempo aquí-

Tío Clark:Pues, tienes mucho papeleo por hacer en tu oficina-dijo y mi sonrisa se desvaneció poco a poco-así que, que tal y avanzas con tu trabajo-me dijo pero yo ya me había ido de ahí-

Solté un suspiro una vez afuera de su oficina, salí de ahí no sin antes despedirme de Sofía, fui por mi coche y tome camino directo a mi casa.

Al llegar ya eran las nueve de la noche así que me dispuse a ponerme mi pijama y dormirme.

Al día siguiente cuando me desperté, bajé a desayunar dos panes tostados con Nutella y un vaso de leche, limpie un poco mi habitación e hice un poco de oficio.

Me prepare unas palomitas y Vi unas película y serie en Netflix, y así me la pasé las siguiente cinco horas del día.

Cuando termine de ver la última película, me levanté del sofá y decidí ir a hacer unos entrenamientos en el gimnasio que tenemos aquí en la casa.

Empecé por hacer unos quince minutos en la caminadora, luego hice cien sentadillas, setenta y cinco lagartijas y por último cincuenta abdominales.

Y como ya estoy acostumbrada a este tipo de entrenamientos, no quede muy cansada que digamos.

Luego me fui a bañar, por todo lo que sude al hacer los ejercicios, salí y me cambié por una ropa más o menos fresca:

(Conjunto 2)

Y bajé para ver qué cosa podía hacer, ya que era un día muy aburrido.

Creo que es por la falta de los idiotas, ellos y sus pendejadas hacen menos aburridos los días aquí en casa o ir de misión pero mi tío no tiene misiones para mí.

Luego de estar pensando que cosa hacer como por media hora me decidí por ir al parque, aprovechando mi vestimenta para no tener que volver a cambiarme para estar aquí sola en casa.

Decidí irme en bicicleta ya que no tenía muchas ganas para irme en alguna moto o camioneta de las que tenemos en el garaje, pero también tengo demasiadas bicis por el instituto.

Pero la bicicleta que siempre llevo al instituto es una que me regaló mi hermano Mark por mi cumpleaños número dieciséis, hay que recuerdos, me acuerdo que cuando estaba por abrir los regalos él llegó corriendo muy rápido pero enserio muy rápido, y después del ático de la casa saco una caja muy grande para que después resultará que se le olvidó colocar ahí la bici.

Pero bueno me subí a una bici que escojo después de echarle un vistazo a cada una y cuando me di cuenta había escogido la bici que era de mi mamá cuando tenía catorce años, me acuerdo que una vez buscando entre las cosas de su oficina en la agencia me encontré con esta bici:

Entonces me subí a la bici y coloque mi bolso en la canastita de enfrente, cuando llegue al parque lo coloque en el área de bicicletas y descuido por dar un mini paseo.

Estaba dándole la vuelta al parque y me encontré con un pequeño perrito muy bonito a decir verdad, estaba en una jardinera del parque y parecía que no tenía dueño.

Por lo que intente acercar mi mano a su cabecita para acariciarlo pero solo recibí un pequeño gruñido de parte de él.

Lu:Tranquilo pequeño, no tengas miedo-le digo al perrito, y como si hubiera podido entenderme se dejó acariciar.

Y su pelaje era muy suavecito y lacio, hasta le llegue a sentir envidia al condenado perrito Po su suave pelaje.

Después de acariciar un poco su cabecita se dejó cargar y me causó tanta ternura que me terminó de convencer de llevarlo a mi casa.

Cuando fui a sentarme a una banca un corriente de aire fresco paso y yo me aferre al perrito sin lastimarlo, al abrazarlo sentí como el perrito temblaba de frío.

Y ahí fue cuando me di cuenta que estaba oscureciendo y ya era hora de volver a casa, así que agarre al perrito y mi bolso y al llegar a la bicicleta puse al perrito y mi bolso en la canasta.

De camino a mi casa pide ver cómo el perrito se trataba de esconder en la canasta por el aire frío que hacía que temblará. Al llegar a casa bajé al perrito de la canasta y lo cargue en mis brazos.

Cuando abrí la puerta el perrito inmediatamente salto de mis brazos al interior de la casa donde estaba un poco más cálido que afuera.

Cuando yo entré a la casa e inmediatamente me tire en sofá mientras el perrito mordía la alfombra de la sala; me le quede viendo por un buen rato.

Lu:Deberíamos ponerte un nombre-le digo después de mirarlo un rato-¿pero cuál?-me pregunté a mi misma como esperando una respuesta que me tardaría mucho en encontrar-

Lu:Tom, no es nombre para gato-me dije a mi misma después de pensar un poco el nombre-Tomas, no es nombre de persona-me volví a decir después de pensar un poco más-

Después voltee mi mirada al perrito, él estaba mordisqueando la alfombra como esperando romperla, después de pensar el nombre un poco más creo que hallé el indicado.

Lu:¿Qué te parece Toby?-le digo al perrito como esperando una repuesta y el solo me lanza un ladrido y mueve su colita de un lado a otro dando a entender que está feliz-entonces será Toby-le digo y lo alzó para que quede acostado en mi barriga y yo comenzar a acariciarlo-

Solo espero que mis hermanos no se molesten que haya traído una mascota a la casa.

Continuará...