FANTASMA

La vasija

La vasija

Sesshoumaru casi podía escuchar el corazón de Kagome hundirse cuando el nuevo candidato entregó los gruesos paquetes. "He ocultado con éxito la herencia youkai de docenas de hanyou y algunos demonios de pura sangre solo durante el siglo pasado. Las referencias están en la última sección, debajo de la pestaña verde", dijo el youkai chino. "Nunca he perdido un cliente debido al descubrimiento de humanos".

"Eres muy buena, Jia", murmuró Kagome, su voz plana con el tópico. "Apenas puedo sentir que eres un demonio".

Jia lanzó una mirada subrepticia a sus dedos, cada uno embotado en una perfecta uña humana. "¿Puede decir algo, Sra. Taisho?" ella preguntó, su voz rígida.

"Mi esposa era una miko antes de casarnos", dijo Sesshoumaru, estudiando al demonio tigresa más que al paquete en sus manos. Vio el destello de sorpresa en su rostro y el pequeño e incómodo movimiento de sus hombros.

"¿Qué vas a hacer para mantener seguro al bebé?" Preguntó Kagome, sin parecer darse cuenta de nada y hojeando lentamente la propuesta encuadernada. "¿Será mágico, o este plan requerirá que nos ocultemos?"

La tigresa se adelantó y abrió la copia de Kagome en una tabla de contenido cuidadosamente etiquetada. "Ambos", dijo simplemente. "Su hijo pasará por un riguroso programa de entrenamiento en los primeros años de su vida, para que pueda ocultar su propia identidad. Como debe saber a estas alturas, sería difícil y peligroso que alguien ponga un hechizo de ocultación sobre su creciente niño. Debe aprender a hacerlo él mismo. Hasta entonces, sin embargo, he esbozado un plan para mantener el secreto. El Sr. Taisho me informó que tiene una casa adecuada en las montañas. Creo que esa sería la mejor opción. aislado, pero lo suficientemente cerca para que el viaje del Sr. Taisho desde Tokio cada fin de semana no sea una carga. Siempre podríamos enviarte a uno de los pocos asentamientos youkai del mundo. Están acostumbrados a tener a los padres humanos de hanyou con ellos, pero son pocos y distantes entre sí. El más cercano es un grupo aislado de islas es en el medio del Pacífico ".

Sesshoumaru escuchó el suspiro en su voz. "Ya veo", murmuró ella.

Se acercó unos centímetros más. "¿Hay algún problema con este plan que desea abordar?" preguntó en voz baja, ignorando a Jia.

Kagome le dio una sonrisa tensa y una sacudida de su cabeza. "No es exactamente lo que esperaba ".

Hace mucho tiempo había aprendido lo que significaba ese tono, y no se sorprendió cuando ella echó un vistazo al resto de la entrevista. Su expresión distante desvió su atención de las respuestas que dio el demonio tigresa, y la conversación Jia se detuvo cuando Jia notó la distracción de Kagome. La única señal de que su esposa estaba escuchando era un parpadeo ocasional de palabras como 'oculto', 'seguro' e invisible '.

En el primer momento oportuno, Sesshoumaru se levantó y extendió su mano hacia la demonio. . "Aprecio tu tiempo. Mi esposa y yo debemos discutir esto, pero nos pondremos en contacto con usted pronto ".

Kagome se despertó lo suficiente como para agradecerle a Jia." Por supuesto ", respondió el demonio tigre." Si tiene alguna pregunta, no dude en llamarme ".

Sesshoumaru convocó al chofer para que llevara a Jia de regreso al hotel por el que habían pagado, y cuando ella se fue, él regresó al lado de Kagome. "¿Qué le pasaba a éste?", preguntó.

"¿Quién dijo que tenía un problema con alguno de ellos? "preguntó, apilando las dos copias de la propuesta de Jia y llevándolas a la oficina de Sesshoumaru. Las deslizó en su lugar en el estante cuando Sesshoumaru entró en la habitación detrás de ella.

" Entonces, ¿aceptarías el plan de la tigresa? "

" Es mejor que la mayoría de los que escuchamos ", respondió ella, señalando a la otra media docena de carpetas y paquetes que se alineaban en la estantería.