Eunhyuk, Detective Fantasma

1: Truco o Trato

Había sido golpeado nuevamente, eso era lo que podía decir después de ponerse de rodillas entre respiraciones de pánico, pero su mente estaba roja. Hizo una pausa y sus nudillos presionaron con fuerza contra el piso de pasilandro en un intento de levantar su pesada cabeza. Parpadeó contra el asalto cuando un rastro de sangre nubló su visión. Sabía que no tenía tiempo cuando se esforzó por enfocarse en su atacante, pero fue un poco difícil cuando una imagen se convirtió en la siguiente. Debería haberse dado por vencido mucho antes, pero había un pensamiento, y solo uno que era lo suficientemente claro como para alimentar su locura actual: todavía estaba vivo.

Halloween: Octubre 31, 2:13pm

La cabeza de Eunhyuk cayó con fuerza contra el teclado, ajeno a cómo su acto desesperado provocó que la pantalla de la computadora mostrara un nuevo mensaje de error. La computadora no era su amiga, y aunque sabía que no era prudente golpear la cabeza con el enemigo (en el peor de los casos, los enojaría, en el mejor de los casos, los dejaría inconscientes), sintió que su oponente no le dejaba otra opción. Aún así, esta era una computadora, estaba destinada a ser una herramienta y un medio para un fin. ¿Por qué entonces, no podría él hacer que la estúpida columna de la derecha se equilibre cuando agrega cosas a la columna de la izquierda?

Suspiró, finalmente decidió separar su cabeza del teclado, su frente ahora marcada por los sigilosos guerreros de su enemigo, listo para intentar lo que aprendió en la universidad. Solo que nunca había ido a la universidad, por lo que sabía que probablemente era su error. No era como si fuera un contador, habiendo leído solo seis páginas en Contabilidad para tontos, pero estaba seguro de que si lo revisaba de nuevo, podría descubrir dónde se equivocó.

Imagine su frustración al levantar la cabeza después de horas en combate, solo para ser recibido por un mensaje de error, su enemigo riéndose en su rostro.

—N-N-N-N-N-N-No. No. No. No. ¡No! —lloró ante la pantalla no deseada, haciendo clic desesperadamente en el mouse en intentos fallidos para quitar la mirada de su cara engreída. Era inútil, lo había vuelto loco y no iba a caer sin luchar. Al decidir utilizar la técnica de resistencia pasiva, se quedó congelado.

—¿Por qué me odias tanto? ¿Qué te he hecho? —lo cuestionó con exasperación.

—Solo reinícialo —Kyuhyun, otro petulante ofreciéndose, la única diferencia es que este era humano... bueno... había sido humano, ya que ahora era un fantasma. Actualmente estaba flotando alrededor de la minúscula oficina, buscando una manera de esperar su tiempo.

—¿Por qué esa es tu respuesta para todo? —respondió.

—Porque esa es la respuesta para todo —respondió Kyuhyun.

—Pero aún no lo guardé —se quejó.

—Necesitas guardar cada 10-15 minutos, solo para estar seguro. Siempre te digo eso —reprendió Kyuhyun.

—Lo que necesito es un asistente, para que puedan hacer toda esta mierda de contabilidad por mí —suspiró derrotado mientras apagaba la computadora, esperando que cuando comenzara de nuevo, su próxima cara sería un pequeño icono feliz que mostraba que no había resentimientos.

—Tienes un asistente, ¿recuerdas? — Kyuhyun le recordó.

—Sí, pero necesito un asistente que pueda tocar las cosas —aclaró.

—Oye, me molesta eso. También puedo tocar cosas.

—Bien, alguien que puede presionar un botón en el teclado sin que necesite concentrarse toda una semana para hacerlo.