¿Dónde estás? Demonio.
En ocasiones te veo por las noches, antes de dormir, con tus ojos derramando lágrimas por los afilados trozos de corazones marchitos que te rodean.
¿Qué ha sido de ti? Demonio.
Te veo en fotos y en espejos, como una sombra que empaña mi vista tras un amargo recuerdo. Te busco en el miedo, en el dolor, en la tristeza, y a veces te veo vagando por ella.Y ahí en el medio del todo y la nada, maldije tu ausencia. Me hacia sentir incompleto, tu voz no resonaba en mi mente pero no era libre, aun escuchaba los ecos de todas tus verdades dichas de la peor forma. Golpeando mi alma, cada vez que carecía en fuerza.
Ante ello, surgiste, tú sombra devoró la luz que me rodeaba, te levantaste entre los huesos de mis penas y los destrozaste con el peso de tus piernas. Tus brazos se abrieron, invitándome a entrar en ellos, a aceptarte, a quererte. Pero tú y yo, Demonio, no podemos coexistir en paz, o te pierdo en las sombras ignorándote cada noche, o me convierto en ti, revelando dentro de mí lo que más odio, lo que llevo dentro.
El lugar quedó en completo silencio, el humo y la penumbra se movían sobre el charco de angustia y dolor que nuestros pies descalzos pisaban, ahí, viéndose a los ojos, hombre y Demonio se odiaban, y ahí, rompiendo el silencio, la voz salió del pecho diciendo.
- Comienza el final de tu vida.
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Mi Demonio.
SpiritualViendo al espejo encuentras lo que odias, pero en esta ocasión, puedes permanecer de pie, cuestionarlo.