mi novela

Parte 1

he estado ausente pero volvi fuerte 

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- Es cierto, ahora sé por qué lucho. Recuerdo esos momentos cuando vivía en el castillo de la familia shinoichi, de hecho, yo soy parte de ella pero para entender por qué me retiré es necesario volver más atrás cuando aún era un niño.

Tenía sólo 6 años, era débil, sin fuerza, sin argo, sin conocimiento en armas, mi hermano mayor, kion, con argo espiritual y salvaje era la mejor elección como heredero. Vagos recuerdos me dicen que nos obligaban a enfrentarnos, sus armas eran la catana y la escopeta de combate, él me vencía una y otra vez.

Mi castigo era estar atado a un árbol hasta el día siguiente.

Otros días, eran mis 19 primos quienes me odiaban, me ataban a algo parecido a una cruz me amarraban los brazos con espinas venenosas y luego todos me atacaban con sus armas mientras decían, Motoi, es inútil. No se preocupen, todas las heridas me las sanaba Mikoto Yuri, una de las 2 personas que confiaban en mí, la otra persona, es mi maestro del cual hablaré más adelante.

En las noches venían lobos por mí, pero perdían el interés rápido ya que estaba en los huesos porque no me alimentaban correctamente.

Recuerdo que una de esas noches, solo uno me mordió, lo cual hizo que luchara con mis piernas que eran lo único suelto en el momento logre dejarlo inconsciente, lo arrastre hacia mí y me comí su cola, volviendo a estar cuerdo lo adopte y curé, tristemente cuando cumplí la edad de 10 años, murió en mis piernas mientras dormía atado a ese estúpido árbol, ese mismo año me dejaron atado un mes ya que salieron de vacaciones y me olvidaron, atado un mes, muchos lobos pasaban frente a mi mostrando sus dientes y luego se alejaban pero por suerte había alguien escondido entre la selva observándome ese hombre seria mi salvación.

- oye niño, que haces acá y por qué estas así todo lastimado, desnutrido y atado a un árbol

- a...ayu...ayuda. Dije con mis últimas fuerzas antes de quedar inconsciente.

Desperté en una vieja cabaña en el monte del castillo como loco le pregunte al hombre

- ¿qué me hizo?, estoy seguro de que se aprovechó de que estaba inconsciente por el maltrato de mi familia

-no, claro que no niño

Respondió el misterioso y musculoso hombre con capucha blanca y costuras doradas mientras me daba un plato con carne y sopa, yo ni corto ni perezoso lo tome y comí como loco pero se entiende ya que no comía hace mucho tiempo.

Luego el hombre me preguntó el porqué de mi estado, al hallarme y así le conté todo.

Sobre mi maltrato, el odio de mi familia hacia mí, y mi condición con el argo.

Mientras hablaba con él sobre esto su cara estaba con un ceño fruncido y en ese momento llego la pregunta y palabras que cambiarían mi vida.

- ¿quieres ser entrenado?, Tienes potencial, pero aún no lo despiertas.

En ese momento sentí cómo algo se encendía en mí, un sentimiento nuevo, algo cálido y reconfortante y así, sin pensarlo dos veces respondí -sí, sí quiero, deseo ser fuerte y entrenando lo lograré

-buena elección chico, te entrenare como el mejor.

Dijo mí, ahora maestro, con una sonrisa en la cara.

-Empezamos a partir de pasado mañana, por ahora descansa y deja que sanen tus heridas

Fue el consejo de este hombre el cual yo seguí luego de 3 días de descanso y curación llego el momento que esperaba