Tae en la búsqueda de las 7 almas

Gremio

Perspectiva libre

Un chico de pelo negro usando ropas desgarradas estaba entrando por la puerta principal de la ciudad Rukien, los guardias no se hicieron esperar para llegar a escena, apenas aparecieron apuntaron sus lanzas hacia el  individuo claramente sospechoso, esté levanto un poco su mirada para susurrar unas palabras y luego caer desmayado.

Varios horas pasaron hasta que llego la líder del gremio de aventureros junto con el líder de la guardia general hasta un lugar donde estaban tratando al chico, este respiraba con dificultad y tenia graves heridas en su espalda, brazo izquierdo, cuello y piernas, la líder del gremio se acerco a esté para poder ver mas de cerca su aspecto, luego de mirarlo detenidamente miro al líder de la guardia, el cual es un hombre bastante alto que lleva una armadura la cual cubre todo de él.

-Lo decidí, el será un aventurero de ahora en adelante.- Dijo mirando al líder el cual solo dio un suspiro para luego darse la vuelta e irse. La líder acaricio suavemente su mejilla para después levantarse- Cuídenlo bien, estoy segura que un día nos salvara a todos.- Luego de decir estas palabras los presentes asintieron y la líder se retiro de la escena.

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Han pasado 6 días desde que llego este chico a la ciudad, los encargados de él no dejan de estar atento a sus movimientos, aunque solo es una perdida de tiempo ya que sigue inconsciente, al lugar llego nuevamente el líder de la guardia, esté al ver que todavía sigue recostado el chico se acerco desenvainando su espada con intensiones asesinas, levantándola para luego bajarla con fuerza, en ese momento se pudo ver en cámara lenta como todo pasaba, el chico movió su brazo derecho para agarrar la espada del filo y frenarla sin ningún problema, el líder se sorprendió, pues no esperaba que este chico detuviera su ataque sin esfuerzo, haciendo que retrocediera, pero apenas lo hizo el chico abrió los ojos.

-D... Donde... estoy...?- Dijo algo desorientado mientras miraba los alrededores.

-Ven, sígueme.- Dijo el líder enfundando su espada para luego darse vuelta y caminar con normalidad, el chico confundido lo siguió un tanto inseguro, después de todo no sabe donde esta.

-A donde... vamos?- Preguntó acercándose al caballero el cual no hizo siquiera contacto visual con él.

Caminaron por algunos minutos por la calle principal, todas las personas que veían al hombre con armadura muy reconocible se quitaba del camino y no estorbaban, el chico se la pasaba mirando a todas las personas que lo miraban, pudo reconocer en las miradas miedo, curiosidad, intriga, celos y en unas pocas deseo, esté ya estaba dudando de que debería hacer, pero sabiendo que no podía hacer nada mas que seguir a quien lo esta guiando, decidió seguirlo en silencio tratando de ignorar las miradas. Al llegar a un edificio donde circulaba mucha gente entraron, la gente que estaba ahí rápidamente se levantaron de sus lugares y se pararon derechos con respeto, luego de unos pocos minutos desde la segunda planta del lugar bajo una mujer de pelo largo castaño, ojos rosas bastantes claros, llevaba puesta una camisa blanca con las mangas recojidas hasta sus codos, llevaba ademas unos pantalones bastantes ajustados grises que llegaban casi hasta sus pies los cuales los traía al descubierto, por ultimo lleva una gran espada y escudo en su espalda los cuales se ven bastantes pesados.

-Veo que despertaste, ven sube y tu Zuo ya puedes irte, gracias por traérmelo.- Dijo guiñándole un ojo a Zuo, esté se dio la vuelta para retirarse mientras el chico caminaba a paso lento subiendo las escaleras con cuidado.

Se encontraban en una habitación sentados en dos sofás, en medio había una mesa redonda de tamaño mediano con una botella de vino y otra de agua.

-Muy bien, dime como te llamas para empezar.- Dijo la mujer sirviéndose una copa de vino.

-Me... llamo Tae...- Respondió apenado.