Waiting

Disclaimers: Los personajes son propiedad de J.K. Rowling y son utilizados sin ánimo de lucro alguno.

Este drabble forma parte del Drinny-Con 2019, organizado este año por la página de facebook "Drinny All The Way".

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El sol se había ocultado detrás de una nube gris, no tardaba en comenzar a llover, observó a ambos lados para asegurarse si ella venía, pero no era así, podría ser que se arrepintiera, después de todo no tenían nada que ver, eran completamente opuestos, en la guerra, literalmente pertenecían a bandos diferentes, no dudaba que cuando la había invitado a salir, había aceptado simplemente para deshacerse de él de una vez por todas. Se removió incómodo, con el pensamiento de que lo dejarían ahí, en ridículo.

Estaba nervioso, y gracias a la estricta educación de sus padres nadie a su alrededor podía notarlo, su mirada estaba fija en un punto incierto de la nube que seguía ocultando el sol, sus manos estaban metidas en las bolsas de sus pantalones, comenzaban a sudarle ¿por los nervios o por la vergüenza de ser plantado?

Un pequeño manchón rojo lo hizo mirar de nuevo frente a él, una pelirroja de enormes ojos chocolates estaba mirándolo, curiosa, y por mucho que luchó por esconder una sonrisa no pudo, se adueñó de su rostro, dándole más brillo a esa mirada castaña.

—Lo lamento, creí que terminaría pronto mi compromiso, pero no fue así ¿tienes mucho tiempo esperando?

—Cinco minutos –restó importancia.

Tenía media hora ahí, esperando por ella, nunca lo había hecho, pero desde que la había vuelto a ver unos meses atrás, no pudo seguir negando lo que ella le provocaba, desde la primera vez que la vio en la librería, antes del inicio de Hogwarts. Ginny Weasley le había gustado desde ese momento, pero había sido imposible acercarse a ella, porque ella era una Diosa popular, con unos padres que desafiaban las ideas puristas, todo lo contrario a él, sí, era popular, pero principalmente porque todos en Slytherin le temían, o sus padres le temían a su padre, todo el mundo creía que si no le hacían caso, el mortífago Lucius Malfoy hechizaría o mataría a sus padres.

Pero se había quedado solo cuando Voldemort volvió, y todos se dieron cuenta que su padre alardeaba más de lo que realmente actuaba, igual que él, posiblemente usó eso para acercarse a ella, no era tan malo como todos pensaban. Y debió creerle, porque ahora caminaban a través de las mesas del lugar, en su primera cita.

No una cita amorosa, era el principio de lo que podía ser una, ni siquiera la había besado, y con la cercanía que tenían en ocasiones, lo deseaba. Ordenaron, comieron, bebieron y charlaron divertidos, o ella, él seguía siendo un Malfoy bien educado, eso no significaba que no estuviera disfrutando aquello, ella le encantaba.

—La verdad es que me gustas –admitió observándolo.

—Te van los chicos malos ¿no? –se burló –bastante cliché.

—Tú ya no eres un chico malo –se acercó a él y sonrió –un pasado tenebroso quizá, eso es lo cliché.

—Posiblemente, por eso me gustes también –se acercó más a ella.

—Entonces ¿por qué no me has besado aún? –Sonrió, y él la besó.