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Caminaba entre aquellos cuerpos sudorosos, las luces neón no ayudaban en nada con su objetivo, encontrar al australiano, veía dos tipos de pareja, aquellos que tranquilamente estaban sentados tomando algo mientras de vez en cuando se dejaban en los besos y aquellas que libremente estaban teniendo sexo en medio de la pista de baile. Mirando las diferentes escenas que aparecian frente a sus ojos el chico pelinegro deseó encontrar a su lindo novio.

Lee Felix había aparecido en su vida en su ultimo año de preparatoria, aquel chico australiano que no entendia nada de coreano habia entrado directamente en su frío corazón. Y es que para Changbin el chico más popular de la preparatoria también conocido como el dark no podía creer que ese niño con unos cuantos tartamudeos pudo convertirse en su vida entera.

Un año después, con cuatro meses de relación, la entrada de Changbin a la universidad había sido un golpe duro para los dos, el mayor tratando de adecuarse a los diferentes estereotipos que esta proponía y el menor siendo olvidado por su cariñoso novio el cual estaba enfocado en ser algo que no era.

Si, Seo Changbin lo había arruinado, y ahora lo entendia, ver al menor salir corriendo de su casa con sus mejillas llenas de lagrimas le había echo darse cuenta de sus acciones, las cuales cayeron encima de el con un peso que si no sacaba no iba a poder cargar.

Había sido un estúpido, nunca lo habia admitido pero a Changbin le encantaba ser popular, le gustaba ser el centro de atención y siempre lo fue. Así que su entrada a la universidad fue dura cuando se dio cuenta que entre tantas personas el no era nadie, y eso lo desesperaba, tenia que volver a tener la popularidad que lo habia destacado en la preparatoria.

Y la solución a su problema llegó cuando un día la vio, Hwasa era hermosa, a pesar de romper todos los estereotipos de belleza establecidos en Corea, la chica era realmente popular, justo lo que el necesitaba. Poco a poco fue acercandose a ella, si era su amigo su nombre seria escuchado por todo el lugar, justo lo que queria, y lo logró.

Estaba emocionado por su fiesta de iniciación, pero como el imbécil que era Seo había olvidado el cumpleaños de su novio, el cual habia realizado una cena ya que su madre viajaba desde Australia para celebrar el cumpleaños de su hijo y conocer al muchacho que tenía su corazón. No hace falta decir que todo fue un fracaso, cuando al dia siguiente llegó a su casa y encontro al pelinaranja enfrente de la puerta llorando.

Se distrajo de sus pensamientos cuándo vio el cuerpo de su novio sentando en la barra mientras tomaba unos tragos, llorando mientras le contaba sus problemas al camarero el cual no le ponía atención. Con pasos lentos se acercó a Felix y cuando lo escuchó sollozar se le rompió el corazón.

¿Porque quién no sufría cuando Lee Felix lloraba?

Estando detrás del chico, aclaro su voz  y suspiro — Felix.....— Y pudo notar como el cuerpo del menor se tensaba con su voz.

— Vete — exclamó el australiano nevioso, no queria verlo, estaba decepcionado de el.

— Felix, amor no me ignores...— el pelinegro se sentía desesperado por la indiferencia del menor.

—¿Que no te ignore?— su tono sarcástico se convirtió en uno enojado mientras se limpiaba las lágrimas de sus mejillas con furia — Porque no puedo hacerlo cuando tu lo has echo conmigo las ultimas semanas. —

Seo suspiro mientras se sentaba a su lado, aquello iba a ser dificil.

— Bebé....se que lo arruine, de verdad lo siento, lamento no prestarte atención por estar detrás de Hwasa... —

Felix río enojado, no podía creer lo que estaba escuchando, —¿Te estas escuchando imbécil? ¡Me has apartado de ti por estar pendiente de cumplir unos malditos estereotipos a los cuales no perteneces!— la irá de Felix se podía notar a kilómetros y Seo tenia miedo, nunca había visto al menor tan enojado con el y ademas el australiano no era de decir muchas groserías.

Perfection To Perfection || Changlix ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora