Habían pasado 4 horas desde que Ocho se había dormido, el capitán también había dormido un poco, pero ya estaba despierto.
El cual empezó a escuchar unos ruidos provenientes de su acompañante, la cual daba signos de estar por despertar.
Y así fue, unos segundos después Ocho estaba abriendo los ojos aun con algo de pereza.
Una vez estuvo más despierta se sentó en su lugar, dio un largo bostezo mientras se estiraba, intentando quitarse lo que le quedaba de sueño.
Aún con rastro de sueño reviso a su alrededor, recordando donde se había dormido, volteo a ver al capitán.
-Ocho: — Hola capitán, buenos días... o almenos creo que son días— Dijo sin realmente saber qué hora era.
-Cap. Jibión: — Hola Ocho, ¿dormiste bien? Fue poco el tiempo que estuviste dormida — Le pregunto.
Al terminar tomo su radio con la intención de hablar pero deteniéndose, dudo un poco aún con la radio en su mano, decidiendo dejarla a su lado.
Esto extraño un poco a Ocho.
-Ocho: — ¿Pasa algo capitán? — Preguntó.
-Cap. Jibión: — No es nada pequeña, solo que Perla y Marina me pidieron que les avisara cuando despertarás, aunque aún es muy temprano — Respondió a su pregunta.
En eso Ocho estuvo de acuerdo, ya les habían ayudado mucho, dejarlas descansar seria lo menos que podía hacer.
Pero a Ocho se le corto el pensamiento al escuchar y sentir como su estómago reclamaba por alimento, puesto que ninguno había comido o bebido algo desde que llegaron a ese lugar.
-Ocho: — Iré a buscar algo para comer capitán, seguro también tiene hambre — Aprovechando que el tren estaba detenido en la estación central.
-Cap. Jibión: — Si, un poco Ocho, solo ten cuidado ¿de acuerdo? — Le contestó, recibiendo un asentimiento de parte de Ocho como respuesta.
Ocho salió del vagón de tren en busca de algo de alimento, pensó en buscar algo para beber y comer en alguna de las máquinas expendedoras del lugar, para su buena suerte puo encontrar algunas botellas de agua pero sin tener éxito con la comida, todo lo que había ya no era comestible.
Continúo buscando, por un momento pensó en preguntarle al teléfono que ahí se encontraba, descartándolo casi de inmediato, ese teléfono le causaba escalofríos y no le tenía confianza alguna.
Así que continuó con su actual objetivo, para su buena suerte justo al fondo de la estación vio unos casilleros, algunos se notaban abiertos, y sin nada que perder fue a revisarlos.
Reviso unos cuantos sin éxito, pero su insistencia dio frutos de forma casi milagrosa, encontrando unas cuantas barras de granola, algo viejas pero aún comestibles.
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Sentimientos Fragmentados
ActionLa agente 8 no recuerda casi nada de su vida antes del metro abisal, junto a sus amigos del comando branquias intentara recuperar sus recuerdos mientras se adapta a su nueva vida en la superficie. Pero esto traerá consecuencias para todos tanto para...