Prologo "El inicio del final"

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Se encontraba a un joven de aparentemente unos veinte años mal herido, desangrandose por culpa de unos cortes y disparos; su apariencia física constaba de una cabellera blanca como la nieve, ojos rojizos como rubíes con un toque de color vino, una piel semi pálida con cicatrices de un color rojo carmesí que anteriormente fueron marcadas, su vestimenta estaba desgastada al igual que sus pantalones, con sus pies descalzos, cubiertos de sangre y cicatrices.

Este se encontraba en un callejón, en el cual no se podía ver nada por culpa de la noche la cual solamente irradiaba la luz de la luna. De un momento a otro el muchacho cayo rendido hacia un muro del estrecho callejón, posteriormente el joven intentó levantar nuevamente pero no tuvo éxito, sin más solo se quedó sentado y poniendo su espalda encontrar con la pared comprimiendo con fuerza sus heridas con el fin de tener un poco más de tiempo y entre una voz melancólica y desgarradora hablo:

Arima: -con la mirada hacia las estrellas- N-nino te prometo que sí y-yo logro salir de esto, nunca más m-me volveré a separar de tu lado -dijo con dificultad por la pérdida de sangre-

Arima: -cierra los ojos-

-se escucha una voz de una niña-

???: ¡Otto-san, Otto-san, despierta!

Arima: -empieza a abrir los ojos- mmm, dime Kanae -acaricia el pelo de su hija-

Kanae: -se sonroja por la acción de su padre- Papá, te quedaste dormido en el sillón otra vez -decía una niña de cabello blanco con las puntas de color rojo y de un ojo azul marino y el otro igual a los de su padre-

Arima: -notando que se encuentra sentado en el sillón de la sala- Ya veo -acomodándose y señalándole a su hija que se sentara junto a el- y dime, en qué nos habíamos quedado.

Kanae: -sentándose al lado de su padre- En cómo conociste a mamá.

Arima: -tomando aliento- Haber, haber, haber, por donde comienzo -recostados en el sillón- mmm ya, todo comenzó en mi antiguo trabajo

-Hace algunos años-

Se encontraba al mismo joven de las cicatrices notorias discutiendo con una chica joven de pelo morado intenso y ojos del mismo color los cuales se encontraban en la sala de descanso de una cafetería

Arima: -mirando con un poco de odio y seriedad- Como me puedes decir que es mangekyu sharingan de Sasuke tiene lógica, por favor Touka pensaba que eras una persona lista.

Touka: -mirando con un puchero- ¡Así!, pues tú creías que tu preciado Tobi era Shisui

Arima: -tranquilizando la situación- Bueno ya, otro día debatimos junto con los otros chicos sobre quien tiene las peores opiniones

Touka: Me parece perfecto -levantándose del sillón- ahora a trabajar

Arima: -levantándose de igual manera y estirando un poco los brazos- si tienes razón, hay que regresar el trabajo -abriendo la puerta y mirándola con una pequeña sonrisa- vamos.

Touka: -respondiendo de igual manera- sí, vamos -adelantándose al peli blanco-

Arima: -viendo desde lejos- De la argumentada qué me salve -hablando en voz baja y manteniendo su sonrisa mientras se dirige a la barra del café-

Gerente: Que bueno que llegan -dirigiendo su mirada hacia ambos- Touka, quiero que te encargues de tomar las órdenes y Arima tu encárgate de prepararlas junto con Hide.

Touka: Jefe creo que sería mejor si Arima toma las ordenes - tomando ambos hombros del muchacho-

Arima: No hay problema Jefe, puedo encargar me fácilmente de la tarea

Mi alma te perteneceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora