Sadderdaze; ls

memorias oscuras y una carta predictora.

Irás por el sendero, Harry.

Caminarás sobre un maldito sendero con flores coloridas al lado del camino

Serán girasoles y laureles, no tulipanes, porque quizá tu dios estará muy molesto conmigo como para darme ese lujo

Es una travesía de tres días, Harry.

Y tú no descansarás porque estarás ansioso por verme

Entonces cuando llegues al final del sendero, ese maldito sendero, Harry. Tú caminarás hacia la jodida pequeña casa amarilla. Pequeña porque a ti no te gusta la soledad de las habitaciones, ni realizar la limpieza de alcobas que nunca usas, y haces esta mueca adorable de arrugar la nariz como un niño

Entonces tocarás a la puerta, dos toques, Harry, no más

Escucharás cinco pasos y un jadeo, verás girar la manija y la puerta se abrirá lentamente

Cuando esté abierta me verás a mí, jovial y vivo, travieso y coqueto, como tú me recordabas, Harry

Olvidarás el resplandor de mi piel azulina, olvidarás la fortuna que gastaste en mi funeral y la manera en que corrí por aquel acantilado

Olvidarás todas las veces que dije no amarte y yo olvidaré cuando te dejé entrar para después observar como corrías hacia otros brazos

Abrirás tus brazos y me lanzaré a ti, me atraparás, como de costumbre

Y seré libre, Harry.

Libre porque he visto a Izaak y me ha dicho que me ama, pero me dirá que él nunca fue para mí

Libre porque puedo correr en este campo lleno de césped y margaritas

Libre porque ya no tengo mil diamantes

Libre porque las huellas de todos esos hombres han desaparecido de mi cuerpo

Entonces me entregaré a ti, Harry.

Tocaremos nuestros labios y dibujaré constelaciones con todos tus lunares

Sembrarás raíces dentro de mí y podremos ser uno mismo

Sólo quedará rastro de ti sobre mi piel, Harry.

Y tus ojos ya no tendrán lágrimas

Ya no pronunciarás mi nombre con ese tono roto

Estarás emocionado y yo estaré feliz

Entonces nos preguntaremos qué estuvimos haciendo todo este tiempo tan lejos el uno del otro, me recordarás mis traiciones y yo recordaré tu llanto

Seremos libres, Harry. Tan libres que desearemos volar

Quiero que sigas todo, Harry

Porque te estaré esperando dentro de la casa amarilla

Aguardando por tus abrazos cálidos y las peleas de almohadas

Esperaré hasta que estés listo para venir conmigo, Harry

Y si no vienes nunca...

Esta casa amarilla se volverá gris, los techos caerán y las flores marchitarán

La lluvia caerá sobre esta tierra solitaria

Porque si no vienes, Harry

Significa que rompí tu alma

Significará que no me necesitas y conseguirás a otro chico, alguien que no llore por las tardes y no pinte sus uñas

Alguien que te diga que te ame a cada minuto

Si no vienes me convertiré en un cadáver, porque tu corazón es mi único hogar. El único sitio donde puedo estar vivo

Si no vienes, Harry

Te cuidaré entre las nubes

Y estaré en la vieja radio que guardas en la cocina, estaré en el balcón cada que salgas por aire fresco

Me escucharás en el murmullo del viento y en el aleteo de las mariposas

Me sentirás en la lluvia de abril y en el rechinido de las puertas

Me mirarás en el café por las mañanas y las manzanas verdes de tu mesa

Estaré en el pasillo, donde compartimos besos vagos

Estaré en tus anillos y las sábanas de tu cama

Y te cuidaré, Harry.

Y cuando seas un anciano y recuerdes tu juventud, allí estaré. En la melodía de un piano y vestidos suntuosos

Les dirás a tus nietos que tienes un chico de quince años que te cuida

Pero nunca contarás nuestra historia, Harry

Porque es tan nuestra que nadie tiene por qué conocerla

Y sabrás que te estaré esperando, pajarillo mío

Porque al final del camino, siempre habrá una casa amarilla

La construiré todas las veces que tu dios la destruya, alegando que no pertenezco ahí y mi tiempo ha acabado

Nunca olvidaré las indicaciones, Harry.

Tres días, dos toques y cinco pasos

Y cuando llegues, cuando al fin llegues, confesaré las dos palabras que rondan en mi boca

Espero que aún lo sientas también, porque siempre estaré siguiendo tus pasos, Harry.

“Era un amor metafórico y tan insano que ardía en el pecho. Vivían a base de óleos y diamantes, lágrimas de medianoche y lunas de octubre.
Nadie conocía su historia, nadie jamás observó las grietas que ocultaban bajo su piel.

Pero en algún instante el odio se fundió en amor, sus corazones se convirtieron en uno solo y en el más hermoso atardecer se perdieron.

Y entre gritos agónicos veían su fugaz amor siendo cenizas de alquitrán”.